Tipo de evaluación: Reseña
Curso: Ciudadanía y Responsabilidad Social.

Reseña del Texto “Desigualdades persistentes y construcción de un país pluricultural”. Reflexiones a partir del trabajo de la CVR de Carlos Iván Degregori.

A mediados del siglo XX en nuestro país se suscitó uno de los más grandes hechos en toda la historia peruana con impacto no solo en la población en general sino el Estado. Tal como es denominado, el “Conflicto armado interno” así como las causas y consecuencias de este han sido y continúan siendo hechos de debate en la actualidad. Es así que el Estado, por su parte, como una forma de investigar y posteriormente dar a conocer la dimensión de lo que fue el Conflicto armado interno, creó una comisión encargada principalmente de elaborar un informe sobre la violencia armada interna, vivida durante el periodo entre los años 1980 y 2000. De este modo, también muchos académicos conforme el paso del tiempo trataron de ir más allá de los hechos acontecidos, de dar hipótesis y reformular nuevas preguntas. Uno de estos personajes es el Dr. Carlos Iván Degregori quien en uno de sus escritos utiliza como base el informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación (CVR).

En este él reflexiona sobre las causas de tal conflicto. En primer lugar, se refiere a las desigualdades sobretodo del tipo social económico presentes en el Perú. Es decir, factores como el de diferenciar a aquellos que viven en la ciudad de Lima como con los que habitan en el interior del país y poseen una cultura, costumbres e idioma (quechua) distinto. Que el 75 % de los fallecidos en el conflicto armado hayan sido quechua hablantes, o como en el caso de Putis que los militares hayan cometido masacres en contra de pequeños pueblos indígenas solo refuerzan aún más esta idea de diferenciación, desprecio y desigualdad. Por otro lado, aquellos afectados en la distribución de las “riquezas”, que como Degregori señala son pertenecientes al área rural/campo, concentrándose así la riqueza en la capital. Estos últimos vistos como hechos principales que fomentaron el rebelarse, el pelear por lo que ellos creían que el Estado no les proporcionaba.
No obstante, los informes entregados por la CVR al gobierno que dan un recuento de las dimensiones y daños sociales por parte no solo de Sendero Luminoso sino también de las Fuerzas Armadas no han hecho mucho, ni han tenido impacto considerable.
Como Degregori señala los medios de comunicación, el Estado y aquellos que no han sido afectados directamente con el Conflicto armado solo se enfocan en temas como si Sendero Luminoso era o no un partido Político; si las violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado habían sido sólo excesos o más bien sistemáticas y generalizadas o; por último, si Las reparaciones iban a ser individuales o colectivas. Dejando de lado aquellas “reparaciones simbólicas” o la reformulación institucional que el Estado debería hacer para que hechos como tales que dejan grandes pérdidas de vidas humanas y desestabilizan al país no se vuelvan a repetir. Para que se haga justicia en nombre de tales víctimas.

De esta forma, la sociedad peruana según Degregori ya no tendría todo la carga del peso y la marca de tal conflicto, sino que en su lugar se orientaría hacia una construcción de la ciudadanía plena para todos los peruanos. Lo que se refiere al reconocimiento del “otro” que es diferente en cuanto a costumbres pero igual a nosotros en deberes y derechos. Ciertamente Degregori además remarca tomar en cuenta que ya a inicios del siglo XX hubo intentos por parte del Estado y los medios de comunicación por integrar al Perú que se mostraba en división tal como la herencia colonial en la República de indios y la República de españoles. Intentos que se manifestaron a través de procesos como la expansión del mercado, el desarrollo de los medios de comunicación, las grandes migraciones y el proceso de urbanización, la masificación del acceso a la escuela, la proliferación de organizaciones sociales en el campo y las ciudades, entre otros.

Por último, es rescatable que Degregori se enfoque en la ciudadanía y en que se reconozca la pluriculturalidad de nuestro país. Asimismo, que se respete al otro que tiene otras costumbres diferentes a las nuestras. Sin embargo, también depende del Estado como él señala de dar reformas institucionales, y no solo ello sino enfocarse en políticas de igualdad de “oportunidades” para todas las regiones y sus pobladores del Perú. Si todos tenemos las mismas oportunidades para el desarrollo propio acaso surgirán descontentos que nos lleven a pelearnos los unos con los otros. Evidentemente la respuesta a tal debería ser no, y cuando esto sea así se habrá llegado a construir lo más cercano a una Ciudadanía plena.