El entorno económico actual está siendo la gran losa para las empresas españolas. La enorme dificultad de acceder a financiación bancaria y la búsqueda de nuevas ideas que abran una posible salida a la crisis, son la lucha diaria de empresarios y nuevos empresarios que intentan sobrevivir al momento en el que nos encontramos.
El término startup retumba desde hace un tiempo en el mundo empresarial actual. Su significado procede del inglés, y se puede traducir como lanzar, emprender o montar (un negocio). Es una figura muy popular fundamentalmente en Estados Unidos donde, al parecer, han creado más de 40 millones de puestos de trabajo en las últimas dos décadas y hace referencia, como su nombre indica, a ideas de negocio emergentes.
Aunque el término de startup puede referirse a compañías de cualquier ámbito, normalmente suele utilizarse para aquellas que tienen un fuerte componente tecnológico y que están relacionadas con el mundo de Internet y las TICs. Debido a estas características las startups tecnológicas suelen diferenciarse de otras empresas jóvenes en sus posibilidades de crecimiento y necesidades de capital.
¿Cuáles son las fuentes de financiación de las startups?
La gran mayoría de startups no utilizan fuentes de financiación tradicionales como pueden ser créditos de bancos y otros vehículos similares, optando por capital aportado por inversores a cambio de un porcentaje de la empresa.
La tipología de inversores en el mundo del emprendimiento es muy amplia y va desde los FFF (friends, family y fools), que suelen ser claves en los primeros años de vida, hasta el Venture Capital o Private Equity que aportan fondos en etapas más avanzadas.
Las etapas de financiación de las startups se diferencian de la siguiente manera:
1º. Etapa de las ideas:
Es la etapa del nacimiento de las ideas en la que el emprendedor es dueño al 100%.
2º. Etapa del cofundador:
A medida que le idea se transforma en algo real, el fundador toma conciencia de la necesidad de buscar un cofundador que participará en la creación de la empresa. A cambio de esta aportación el cofundador obtiene una parte de la empresa en forma de acciones o participaciones de la empresa. Se considera que el cofundador debe tener lo mismo que el fundador, entre otros motivos para mantener la motivación en el proyecto, por lo que se le ofrecería un 50%.
3º. Etapa de los inversores:
La primera ronda de financiación se busca entre familiares y amigos. Suelen aportar pequeñas cantidades de capital, unos 15.000 Euros, y obtener a cambio un 5% de la empresa. Con estas primeras aportaciones la empresa puede despegar y mantenerse aproximadamente unos seis meses. Sobre un 20% de las acciones se reservan para futuros empleados de la empresa, la llamada “option pool”.
4º. Etapa de los business angels:
Con esta etapa llega el momento de buscar otras opciones de financiación que ayuden a desarrollar el negocio. Existen diferentes opciones:
A. Incubadoras, aceleradoras y “excubator”: Estos sitios, normalmente ofrecen cash, espacios de trabajo y consejeros. El dinero es ajustado (unos 25.000 Euros por el 5 o el 10% de la empresa). En España destacan, entre otras, Wayra, la aceleradora de Telefónica, Plug and Play, incubadora global con base en Silicon Valley, y Mola, aceleradora fundada por los emprendedores Enrique Dubois y Pago Gimena.
B. “Business angels”: Se trata de una persona física con un amplio conocimiento de determinados sectores y con capacidad de inversión, que impulsa el desarrollo de proyectos empresariales con alto potencial de crecimiento en sus primeras etapas de vida, aportando capital propio y valor añadido a la gestión. A diferencia de un inversor tradicional o un venture capital, el business angel sí llega a implicarse en la gestión de la empresa aportando sus habilidades, experiencias, redes de contactos…; aunque no llega a inmiscuirse en el día a día. Al igual que el resto de inversores el business angel obtiene un porcentaje de la compañía y en ocasiones sirve de mentor para la startup.
5º. Etapa de las venture capital:
Una vez que la startup, ya madura, tiene sus primeros usuarios-clientes, el producto está terminado y cuenta con el potencial de expandir su mercado, es el momento para aproximarse a los fondos de capital riesgo donde la startup puede obtener una inversión superior al medio millón de euros.
Una vez realizada la inversión, el fondo obtendrá un alto porcentaje de la startup.
6º. Etapa salida a bolsa:
Si la startup no ha sido comprada antes por alguna gran firma es un buen momento para salir a bolsa.
Las empresas, en sus diferentes etapas, pueden combinar los diferentes instrumentos de financiación.
Todos los países se suman a estas iniciativas de éxitos. No olvidemos que ejemplos de startups existen muchos, tanto a nivel internacional como a nivel español. Google, Twitter, Facebook, Tuenti, Amazon o Privalia comenzaron siendo startups y con el paso de los años se han convertido en gigantes empresariales.