Para Castells, el poder es “lo que constituye las fundaciones de la estructura de la sociedad” es por ello que afirma que “Quien tiene el poder organiza las reglas del juego”, donde el poder mismo define, selecciona o controla, pero este juego no es solo el político también incluye la tecnología, cultura, el mercado económico, etc.
Sin embargo, frente a este poder (que no es único, sino variados y relacionados entre sí) siempre va a existir un contrapoder, los dos confluyendo en la misma sociedad a través de la dominación y la resistencia.
Esta es una ley que siempre va a existir: donde halla poder, también se hallará el contrapoder, siendo este la capacidad del actor social para resistir y desafiar las relaciones de poder que están institucionalizadas.
Ante esta lucha constante, el poder libra una batalla constante con el fin de manipular la mente de las personas a través de la comunicación y la información, siendo nosotras, las personas, los objetos de poder.
Esta batalla se da a través de la comunicación socializada, la cual afecta a la sociedad y no solamente a unos cuantos, siendo efectiva en la sociedad red, donde la estructura social esta compuestas por redes de comunicación, afirmando Castells que las relaciones de poder se constituyen el ámbito de la Comunicación.
La teoría Comunicativa del poder que propone Castells abarca a todas las redes (político, económico, tecnológico, cultural, etc.) y sus interrelaciones, pero se centra en el poder político.
En base a esta teoría, la comunicación de masas es capaz de transformar la opinión publica ya que es el contexto en donde nosotros estamos. Esto no significa que creamos ciegamente en los medios de comunicación, sino que ellos son los que permiten que el contenido informativo circule y de donde nosotros obtenemos la información que nos permitirá crear nuestras opiniones.
Además, hay que recordar que los medios de comunicación son empresas de negocios, su fin es ganar dinero y para ello necesita de una audiencia y satisfacerla, para ello genera información “entretenida” (lo que atrae a la audiencia, pero no es necesariamente importante).
Sabiendo esto, Castells explica que los medios de comunicación no son los que tienen el poder sino son el ESPACIO en donde se construye el poder.
Pero la forma más eficaz de condicionamiento del mensaje es lo que los medios de comunicación NO DICEN, por ello, solo se sabe y conoce (existe) lo que los medios permiten, en base a esto se afirma que “Toda política es mediática”.
Esta política mediática actualmente busca mensajes sencillos y poderosos, para ello se basa en un rostro humano, una persona, y la confianza que esta genera, habiendo una personalización de la política en todo el mundo.
Basado en ello, las estrategias que los políticos posean se centrara en destruir la confianza que genera la persona (su contrincante) llamándose esto Política del Escándalo, lo que actualmente reina en el mundo.
De esta política se genera un mercado de intermediarios, donde se vende información capaz de dañar la confianza o reputación de la persona.
Bibliografia:
* Castells M. (2009) Comunicación y Poder. Madrid: Alianza Editorial