Hernández Rodríguez Maximiliano 130069
Historia del Derecho Mexicano Alberto Puppo/Luis Raigosa

Comentario de texto sobre el Proceso militar de Miguel Hidalgo y Costilla

“El indulto es para los criminales, no para los defensores de la Patria”.
Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte

Miguel Hidalgo y Costilla es, para la mayoría del pueblo mexicano, el “héroe” más significativo durante el proceso de independencia. Ya sea por lo aprendido en la escuela o por lo enseñado por nuestros padres, este individuo pasó a la historia de México como una persona de rectitud envidiable y valor intachable. Pero, ¿fue realmente la persona que idolatramos como pueblo? Comúnmente pensamos que murió a sangre fría y sin consideración a manos del ejército realista. Lo que la mayoría de la gente no conoce es sobre el proceso militar y eclesiástico al que fue sujeto. Mismo proceso que nos disponemos a comentar. Antes que nada, es necesario aclarar que este no es un estudio sobre la independencia de México o sobre el movimiento insurgente durante el mando del Cura de Dolores. Tampoco es una explicación sobre la lucha armada entre el ejército insurgente y el realista. Y menos es un artículo sobre las causas de la independencia de México. Simple y sencillamente, es un comentario sobre el proceso militar contra el Miguel Hidalgo. No más, no menos. A pesar de lo antes mencionado, es necesario poner en contexto el perfil de Miguel Hidalgo, su proceso militar, la independencia y los demás movimientos emergentes en América. Tiempo antes de que surgiera el movimiento insurgente, “El zorro” como le apodaban, fue uno de tantos criollos molestos con su situación frente a la Corona. Aparte de ser un cura al servicio de Dios, Miguel estudió filosofía, letras y hablaba varios idiomas. Mismas Aptitudes que lo ayudaron a posicionarse como una de las personas más influyentes del bajío, y que a su vez; llamaron la atención de uno de los conspiradores del movimiento, Ignacio Allende. Por las razones antes mencionadas, Allende consideraba que sería un activo considerable a favor del movimiento y lo invito a unírseles. Ya dentro del movimiento, se vio obligado junto con Allende, Aldama y otros a adelantar el grito; ya que la conspiración había sido descubierta en Querétaro. Con el tiempo encima, comenzaron el movimiento de Independencia el 16 de Septiembre de 1810. Después de casi un año de lucha, dónde ganó y perdió batallas, fue aprehendido junto con otros líderes insurgentes en Baján, Chihuahua el día 21 de Marzo de 1811. El resto es historia. Es importante resaltar que la independencia de México no fue una casualidad. Es menester recordar que durante ese tiempo fue la invasión francesa en España, por tanto, La corona había perdido fuerza por la captura del rey Fernando VII y no podía permitir que su soberanía fuese vulnerada. Es por eso que a lo largo del continente americano, diferentes países como Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú, Chile, entre otros, comenzaban a independizarse de la mano de personajes como Bolívar, Santander y O´Higgins. Las respectivas independencias de estos países fueron rápidas y un tanto relajadas si se comparan con la nuestra. ¿Por qué? Es simple, la Corona Española no podía perder su activo y fuente de recursos más preciado, la Nueva España. Ya contextualizado el tema, el proceso militar de Miguel Hidalgo es, en palabras del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), uno de los 10 juicios más importantes de la historia. Tan importante que se compara con juicios como el de Núremberg, Galileo Galilei, Sócrates, entre otros. Ahora bien, todo mexicano que tenga el mínimo de cultura general reconoce que Miguel Hidalgo comenzó el movimiento de Independencia pero no pudo culminarlo. El “Zorro” fue aprehendido poco tiempo después de comenzado el movimiento. En general, la inmensa mayoría de los mexicanos no saben si existió o no un proceso contra el llamado “Padre de la Patria”; y los que sí lo saben no reconocen si fue justo o no. Esto debido a que la historia de nuestro país nunca ha sido clara. La doctrina muestra dos caras, al igual que las personas que han sido participes de la historia de nuestro país. En retrospectiva, siempre han existido héroes y anti-héroes; desde Calleja a Hidalgo, hasta Porfirio Díaz y Madero, pasando por los liberales y los conservadores. Esto es interesante por dos razones: en primer lugar, porque a través de 200 años de historia diferentes personas e instituciones se han dedicado a idealizar a Miguel Hidalgo como el héroe que nos dio patria; en segundo lugar, porque el proceso militar y la consecuente sentencia muestran un individuo completamente diferente al que conocemos que, lamentablemente se encuentra muy alejado de ser un hombre intachable. Dicho lo anterior, el texto es el mismo proceso militar de Miguel Hidalgo. El proceso en sí fue llevado por Francisco Fernández Valentín y Ángel Avella con ayuda del Obispo de Durango y el escribano Francisco Salcedo; gracias al cual podemos saber que sucedió. El juicio tuvo lugar en lo que es hoy el Palacio de Gobierno de Chihuahua, desde el día 6 de Mayo al 29 de Julio de 1811. El texto es histórico y presenta algunos momentos importantes que son necesarios para su comprensión. En primer lugar, el orden del texto es el mismo que de cualquier otro juicio de la época. El proceso constó de dar noticia sobre la captura de los individuos en cuestión, para luego formalizar la causa militar. Ya siendo parte del juicio, se tomaron las declaraciones de los implicados, así como toda evidencia sustancial que permita llegar a una sentencia. Poco después se iniciaron los interrogatorios pertinentes. Finalmente, se alcanzó la decisión que todos conocemos. La forma en que se escribió el texto y cómo se llegó a una sentencia plantea pocas interrogantes. En sí, es sólo una sentencia bien fundamentada. Pero, esto no quiere decir que no plantee ninguna. Las implicaciones del proceso y sentencia correspondientes contra Miguel Hidalgo aún tienen presencia hoy día. Desde el clásico, ¿qué hubiera pasado si no lo hubieran aprehendido? Hasta el más sensato, ¿la independencia se habría consumado de haber seguido Hidalgo en el movimiento? Para poder lograr una decente aproximación que resuelva las interrogantes y problemas que plantea el texto sobre el proceso militar del “héroe de la patria”, es necesario mostrar de manera detallada los diferentes considerandos del proceso militar contra Miguel Hidalgo (I), así como los resultandos del mismo proceso (II).

I. Considerandos del proceso militar contra Miguel Hidalgo Con base en la definición de la RAE, un “considerando” es cada una de las razones esenciales que preceden y sirven de apoyo a un fallo o dictamen. Es por esto que para poder desentrañar de manera correcta el proceso militar de Miguel Hidalgo, es necesario determinar los hechos que llevaron a su persecución y captura (A) y, las declaraciones de los reos durante el proceso (B). A) Los hechos que llevaron a su persecución y captura Tiempo antes de ser capturado, Miguel Hidalgo y Costilla dio el tan conocido “Grito” en la parroquia de Dolores, Guanajuato. Dicho grito significó el inicio de una guerra contra la Corona española y el gobierno virreinal. La proclama para que iniciase el movimiento de independencia tuvo repercusiones muy sonaras en el gobierno de la época. Poco después del inicio de la guerra y de las victorias en Celaya, Salamanca y Acámbaro; los líderes del movimiento insurgente proclamaron a Hidalgo como capitán general del ejército sublevado. Cosa no menor dado su estatus de Cura y poca experiencia militar, a diferencia de Allende y Aldama. Una de las armas más poderosas que tenía Hidalgo era la gran convocatoria que tenía, pero necesitaba una imagen o estandarte que lo alzase como líder espiritual y militar del movimiento. Es por esto que la toma del estandarte de la Virgen de Guadalupe no fue mera casualidad pero, a su vez, esta acción sería una de las más grandes ofensas que el juez a cargo de su proceso consideraría para sentenciarlo. Ya como líder indiscutible de la rebelión, un Hidalgo sediento de poder se abalanzó contra ciudades de suma importancia para el gobierno virreinal. Primero se dirigió a su natal Guanajuato dónde se presentó uno de los capítulos más “heroicos” de la historia de México. La toma de la Alhóndiga de Granaditas es recordada por lo falsa y heroica que fue al mismo tiempo. Ya tomado Guanajuato pensó en la ciudad de Valladolid como su siguiente objetivo. La ciudad no opuso resistencia alguna pero, al igual que en Guanajuato, asesinó e hizo daño a placer tanto a peninsulares como a cualquiera que se pusiera en su camino. Intento tomar la capital pero el miedo y la negativa del Virrey Venegas terminaron por firmar su suerte. Partió hacia Guadalajara donde a pesar de abolir la esclavitud, asesinó y torturó a todo europeo que cruzó su camino. Esto, aunado a la derrota del puente de Calderón, terminaría por sellar la suerte que el mismo Hidalgo había preparado. Los demás líderes insurgentes decidieron removerlo del cargo con la amenaza de que en caso de no cederlo, lo asesinarían. En esos momentos el ejército estaba muy débil, necesitaban armamento y provisiones, y partieron hacia los Estados Unidos. En el camino, fueron emboscados y capturados todos los líderes del ejército en un poblado de Chihuahua llamado Baján el día 21 de Marzo. La captura no caería en mejor momento para un cansado ejército realista. Por el otro lado, la suerte del “Zorro” estaba echada. B) Las declaraciones de los reos durante el proceso Siguiendo con la idea anterior, la captura no pudo haber sido en mejor momento. Al instante en que se conoció de la captura el comandante de los reales ejércitos, Nemesio Salcedo, emitió un comunicado. Dicho comunicado contenía una serie de reglas públicas de comportamiento antes los reos y, sobretodo; una declaración donde señalaba a Hidalgo como responsable de todo lo malo que ocurría en la Nueva España y que agradecía a Dios la captura de tan maligno sujeto. El mismo Salcedo nombró a su hermano como escribano del proceso, el cual dio fe sobre las declaraciones de los reos frente al tribunal. Aparte de la declaración de Hidalgo en Chihuahua y la que hizo frente a los jueces; las declaraciones de Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez, José María Chico, Agustín Marroquín y su hermano Mariano fueron determinantes para dictar la sentencia y posterior ejecución del padre de la patria. En general, la declaración de los líderes insurgentes sobre varias cosas fue la misma. Por mencionar algunos hechos: todos mencionaron a Hidalgo como líder del movimiento hasta que Allende lo removió del puesto, todos reconocieron la razón por la cual han sido privados de su libertad y están siendo enjuiciados, todos reconocieron haber sido aprehendidos en Baján. Las declaraciones que no coinciden son las de todos los líderes insurgentes a diferencia de la de Hidalgo. A pesar de que Miguel Hidalgo confesó haber formado parte del movimiento insurgente y hasta liderarlo; su declaración sobre los sucesos ocurridos se aleja en demasía de la de los demás. Cuando se les preguntó a los líderes insurgentes quién es el responsable de la muerte de europeos y personas en las ciudades de Guanajuato, Valladolid y Guadalajara estos respondieron que fue Hidalgo. Los otros líderes desconocen la situación religiosa de Hidalgo. Por otro lado, al “Zorro” se le preguntó sobre sí tuvo relación alguna con los homicidios en las ciudades mencionadas, a lo contestó no ser responsable pero conocía el número exacto de muertos por lugar. A su vez, Hidalgo confiesa haber usado la imagen de la Virgen de Guadalupe para atraer a las masas, ya que la imagen antes utilizada de Fernando VII no tenía tanto poder de convocatoria. Con respecto a la religión, Hidalgo declara que no ha ejercido como confesionario ya que no lo considera correcto. Por otro lado, acepta saber de su excomunión de la Iglesia. Todo lo anterior determina una de las pruebas más importantes del proceso; Hidalgo al ser una persona sumamente inteligente proporciona una declaración bastante vaga. Lo que no consideró fueron las declaraciones de los otros líderes de la insurgencia. Todo esto tendrá, a fin de cuentas, una repercusión en el resultando de su proceso militar.

II. Resultandos del proceso militar contra Miguel Hidalgo Como se dijo anteriormente y con base en la definición de la RAE, un “resultando” es cada uno de los fundamentos de hecho contenidos en una sentencia. Es por esto que para poder determinar el porqué de la sentencia contra Miguel Hidalgo, es necesario determinar los hechos y pruebas que llevaron a su sentencia y ejecución (A), así como estudiar la declaración y muerte de Miguel Hidalgo después del proceso (B). A) Los hechos y pruebas que llevaron a su sentencia y ejecución A pesar de que el proceso se caracterizó por su brevedad, las pruebas y los hechos encontrados y estudiados por el tribunal fueron más que suficientes para determinar su sentencia. Las pruebas físicas más contundentes a favor del juez fueron las cartas incautadas a Miguel Hidalgo al momento de su captura. En total era 5 cartas dirigidas al Coronel Hermosillo. Hidalgo siendo el líder del movimiento coordinaba desde ataques militares hasta la paga del ejército, por ejemplo. El contenido de esas cartas varía desde órdenes de tomar una ciudad (Cosalá), hasta la forma de manejar la correspondencia. La mayoría de las órdenes de Hidalgo, dentro de esas cartas, fungen como prueba física de los delitos que se le imputan. Por ejemplo, uno de los delitos más agraves que se le imputaban, asesinar y robar europeos; es “aceptado” por Hidalgo en una de sus cartas a Hermosillo. Tiempo después y con la intervención de Bracho, Miguel Hidalgo acepta que las cartas son de su propiedad. Aparte de las pruebas y los hechos mencionados con anterioridad, es importante comentar dos declaraciones que son de gran importancia para el juicio. En primer lugar, la del comandante general sobre cuál debería ser la sentencia y; en segundo lugar, la del Dr. Valentín sobre la competencia que tiene para dictar esa sentencia. Con respecto a las palabras del comandante general, debemos mencionar que es un tanto pasional. Exige que el señor Cura de Dolores sea sentenciado a la pena máxima por delitos como ultrajar la soberanía de la Corona, regalar grados militares, aliarse con el enemigo (Francia), robar, etcétera. Lo tacha de sanguinario e inhumano por sus métodos “aberrantes”. Finalmente exige la pena de muerte, la confiscación de los bienes del cura y la quema de todo papel escrito por él. Por otro lado, Francisco Fernández Valentín declara que es imposible proceder con la imposición de la pena capital, ya que antes está la jurisdicción eclesiástica. No es normal que un “hombre de Dios” no se considere como competente y más si tiene el poder con el que contaba la iglesia en ese tiempo. Por razones de derecho canónico, que a su juicio es un cuerpo de leyes superior a las civiles, no puede degradar a Miguel Hidalgo. Por tanto, el Obispo de Durango transcribe la orden al Dr. Valentín para que proceda. El 26 de Julio de 1811 se precede a la degradación y el comisionado de aplicarla es el teniente coronel Don Manuel Salcedo. Con respecto a las penas eclesiásticas, ésta es la más fuerte y fue cumplida con rigor. Ese mismo día Miguel Hidalgo es entregado a la jurisdicción real para dictar sentencia con respecto a su proceso militar.

B) La declaración y muerte de Miguel Hidalgo después del proceso Al haber sido degradado de su estado clerical, Miguel Hidalgo ya podría ser sujeto a cualquier pena de carácter civil. No se sabe a ciencia cierta pero poco tiempo después, Don Ángel Avella se traslada al hospital dónde se encuentra para informarle de la sentencia. El señor Avella notifica a Hidalgo que será pasado por las armas (fusilado), le confiscarán sus bienes y que consiga un confesor para morir cristianamente. El día de la ejecución, el 30 de Julio de 1811, a Hidalgo se le extrajo de la capilla del hospital donde estaba y lo condujeron al patio del mismo. Fue fusilado de forma ordinaria a las 7 a.m., sacándose su cadáver para que el público lo viera. Se separó la cabeza del cuerpo por orden del jefe y se sepultó el cadáver en la Capilla de San Antonia. Es importante mencionar esto ya que la muerte de Hidalgo fue de suma importancia para el ejército realista y para la Corona. El objetivo ya se había alcanzado y habían logrado terminar con los líderes de la insurrección. Todo a partir de la sentencia y ejecución de los líderes de movimiento fue publicidad. Tanto así que las cabezas de los principales líderes fueron expuestas dentro de la Alhóndiga de granaditas como advertencia a todo el que quisiera sublevarse. Lo que nos lleva al supuesto manifiesto escrito por Miguel Hidalgo antes de su muerte. Supuesto porque años después se comprobaría que el “Zorro” nunca escribió dicho manifiesto, sino que le obligaron a firmar una retractación por "sus errores cometidos contra la persona del Rey y contra Dios". Al leer el manifiesto se nota a un Hidalgo arrepentido y con miedo a la muerte. Considera que en vez de beneficiar a América con su levantamiento le ha hecho más daño. Es por eso que dentro del escrito pide perdón a todo insurgente que se dejó seducir por él y a toda persona a la que le causo algún daño, sea este patrimonial o espiritual. Al no ser el “verdadero” Miguel Hidalgo el que escribió el manifiesto, no sobró la petición generalizada de obediencia al Rey y la justificación de su poder. Agregando un “heroico” deseo de morir por haber ofendido a Dios y de servir de ejemplo para todo aquello que desee levantarse en armas.