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1973 Chile cosechó lo que sembró

Benjamin de Amesti
Profesora Maria Macarena Cordero

¿Cuáles fueron las causas que llevaron a la situación chilena de 1973?

El 11 de septiembre de 1973 marca un punto de quiebre en la sociedad chilena. El pronunciamiento de las fuerzas militares y de Carabineros de Chile en contra del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende parece ser una respuesta a la crisis política, económica y moral de esos tres años de gobierno popular. Sin embargo, al entender la historia de Chile y ver como nuestro país se ha ido gestado en su relación política-civil es pertinente darse cuenta de las verdaderas razones que llevaron a que por primera vez en la historia un gobierno comunista fuera elegido de manera legítima y tres años después haya sido derrumbado por las fuerzas armadas de Chile apoyado por una fuerte presión social.
Es pertinente analizar la historia chilena mucho más allá que el pasado inmediato a 1973, la situación crítica de ese año fue un efecto secuencial de hechos y manejos político-sociales que al estudiarlos desde inicios de la independencia dan señales del porque y del como Chile finalmente llego a esto. Este escrito se basa en gran manera en el estudio de los principales grupos sociales de nuestra sociedad y su desarrollo a través de los años

El golpe de estado o pronunciamiento militar, como se prefiera llamar, es la última fuerte decisión por parte de la clase política militar en beneficio de una sociedad que desde el siglo XIX no ha tenido voz ni participación importante en el camino del país, y que llegó a este punto producto del camino apartado e independiente que siempre tuvieron las elites políticas al margen de la población chilena.

1- Clase política civil y Autonomización del poder

La formación y desarrollo de la clase política civil es un ejemplo claro de cómo el manejo del poder en Chile fue gestándose en manos del mismo grupo elitista que finalmente legislaba para su propia existencia y que estableció las diferentes constituciones políticas de Chile, buenas o malas, por si y antes si, al margen de la gran masa civil. Este fenómeno se remonta a épocas de la independencia de Chile, donde se gestaron los cimientos del Chile actual, en ese entonces el poder se estructuro en torno a una elite que gobernó por y para ellos mismos. El concepto “clase política civil” mencionado en un comienzo no es un nombre al azar para definir a los principales actores del poder, es que en Chile, y como en pocos lugares del mundo, la fragmentación social fue tan marcada que históricamente se suele referir a los actores políticos como un grupo muy pequeño, pero que con tanta incidencia, es capaz de constituirse como una clase social más. Precisamente en contraste a esto hubo siempre una clase obrera, podríamos decir talvez una clase más desprotegida, muchas veces producto de la migración campo-ciudad desesperanzadora, otras veces víctima de la pobreza. Lo cierto es que el descontento popular que siempre ha estado presente en la historia chilena no tiene razones bastante fundamentadas en el mal manejo político de las elites. Viendo el problema de manera más cronológica creo importante analizar la guerra civil de 1891. Políticamente, hubo un quiebre entre la oligarquía gobernante que arrastró al país a esta sangrienta guerra en1891. El desenlace favoreció a quienes ostentaban el poder económico, cuyos intereses fueron salvaguardados por un congreso con mucho poder que despojó al presidente de parte importante de sus atributos. En esa línea, se da inicio a la conocida republica parlamentarista de Chile. “La prosperidad económica y el régimen parlamentario permitieron, por una parte, modernizar las vías de comunicación, las infraestructuras y elevar la inversión pública en educación; y, por otra, extender, en parte, los derechos ciudadanos. No lograron, sin embargo, enfrentar y resolver los crecientes y graves problemas sociales ni las desigualdades que se ahondaron en el periodo El parlamentarismo, si bien significo una mayor fiscalización del poder político y permitió una mayor representación de los diferentes grupos sociales dominantes de la época, no fue exitoso en la solución de los problemas que el propio crecimiento iba generando y que demandaban una acción más eficiente por parte del Estado. La prosperidad económica, en tanto, basada en una economía mono-exportadora de salitre, dependía fuertemente de las variaciones en los mercados internacionales, terminando por entrar en crisis cuando tales exportaciones disminuyeron drásticamente, hacia fines del periodo.”[1]Si bien es evidente el interés parlamentario por darle un empujón al país en materia económica, descuido fuertemente al proletariado que iba a producir todo esto, sobre todo considerando que la industria más fuerte y rentable era la del salitre. Esto marcó un gran hito en nuestra historia y una coyuntura importante que puede ser determinante en el pensamiento obrero hasta el día de hoy, me refiero a la cuestión Social, la cual genero un fuerte rechazo de la clase obrera hacia la elite dominante que representaba un contraste realmente impactante en la calidad de vida que ambos grupos sociales llevaban en ese entonces, sumado a las dificultades que hacían al proletariado casi imposible imaginar poder surgir socialmente en calidad de vida. Sumado a este contraste en la calidad de vida simbolizada duramente por los vicios conocidos en la época por parte de las elites, se suma también el tema educacional, a comienzos de esta época para la clase obrera era casi imposible considerar la opción de acceder a un sistema educacional, por lo que se tenían que limitar a los trabajos más básicos y evidentemente, esto creaba otra brecha aún más grande ya que ellos se relacionaban entre sí mismos y las elites tenían relaciones que daban cierto tipo de acceso a la política e incluso a contactos extranjeros, no era una competencia justa bajo ningún punto de vista. La situación amerito que por primera vez la cuestión social comenzara a ser considerada como un elemento al que había que hacer hincapié político y legislar para equipar de alguna manera las realidades tan diferentes. En términos generales, esta gran masa proletaria conocida como clase media comenzó a hacerse de una personalidad cada vez más marcada y a tener acceso a educación a comienzos de 1900. Sin embargo, en términos políticos que es el tema que se quiere analizar, el parlamentarismo claramente no representaba los interés de la gran clase media producto de los diferentes intereses que existían y la casi nula intervención que había tenido a lo largo de esta corta historia la clase media en el manejo del poder chileno, lo que evidentemente se traducía a que para ellos no existía aun una figura política que los representara. En este sentido podemos decir que el país comenzó a atravesar una gran crisis política producto de los intereses prácticamente contrarios entre los grupos sociales que comenzaban a ver a la clase media como un ente mucho más capaz, educado y con fuerza laboral. Este periodo es clave para entender como la clase media comenzó a formar su estructura actual y ya en ese entonces pasó a ser protagonista de esta época conocida también como “Democratización y modernización de Chile”. La figura de un representante político que pudiera dar fin y representación mayoritaria se hacía sumamente necesaria. Chile comienza un periodo donde el sindicalismo laboral del proletariado y la expansión cultural pilares fundamentales, aquí surgen dos personajes; Arturo Alessandri y Carlos Ibáñez que juntos mantienen 15 de los 18 años que dura este periodo, la clase media acá finalmente toma forma concreta con estos dos personajes que prometen más que nada libertad social. Se puede decir que en el momento que Arturo Alessandri es elegido como presidente de chile, este empieza una “guerra de clases” debido a que empezó a darle mucho énfasis a la clase obrera por lo que la oligarquía dueña del poder hasta entonces, trato de derrumbar. Ellos miraban a este gobierno como gente recién llegada que quería venir a cambiar a chile lo cual afectaba sus patrimonios debido a leyes creadas como la constitución del ministerio de trabajo y previsión social y también un impuesto directo a la renta

Monopolio de las Armas y rol de las FFAA. Siguiendo la línea cronológica evolutiva de la clase media, en este entonces en donde la historia incorpora a otro sujeto clave que también es absolutamente incidente en la personalidad de la gran clase media actual. En la década del 20, como se señalaba, el conflicto de intereses sociales era tan fuerte que comenzó una ola anárquica que representaba la incapacidad de lograr un equilibrio en los problemas, la transición constante entre presidentes que velaban contrariamente por la oligarquía y otros por la clase media termino por dar paso a la intervención de una supuesto grupo apolítico, los militares, que rápidamente pasaron a ser considerados como otro grupo social incidente, la clase política militar (CPM). Concretamente, ellos se dieron cuenta de su incidencia en la situación, la población también lo vio asi, y fue en 1924 cuando el gobierno de Alessandri es interrumpido por un golpe militar, a Alessandri se le da permiso para ausentarse del país y dejar el poder en el conocido “Ruido de Sables”. “Las intervenciones de la Clase política militar han impuesto y reimpuesto un modelo mercantil de Estado, abierto al mercado externo y al capital extranjero, en desmedro de los intereses social productivitas internos, y no un verdadero proyecto nacional de desarrollo. La CPM- como se ha insinuado – es el poder persuasivo que induce al poder judicial y policial a acatar la nueva Ley y el nuevo Orden, perpetuando la criatura. Asegurando el rigor mortis de la institucionalidad.”[2] Las FFAA juegan un rol importante en la conformación de la identidad de la población chilena. La clase política militar ha estado en diferente es posiciones respecto al poder político, unas mas participes y otras de frentón, al margen. Lo cierto es que esta relación nunca ha incluido una identificación clara con la población y es otro elemento importante de la polarización del poder en nuestro país y el poco afecto con la clase media. Es decir, las FFAA de Chile han tenido un rol preponderante, siempre han sido una clase política más, adicional a la clase civil. Esta “clase política militar” ha sido la protagonista de grandes cambios políticos y transiciones de poder, siendo siempre una hermana aliada de la clase política civil (CPC). Podemos ver que a lo largo de la historia el rol de los militares le ha dado a Chile su identidad guerrera y esto es lo que le da al final poder al estado y lo sitúa como esqueleto de país. Las intervenciones militares no tienen un carácter nacionalista y abarcador del pueblo, sino que faccionalista, ósea, que actúa beneficiando a un grupo, generalmente las elites presentes en el manejo del poder político.

Clase media no protagonista de la política.

Acercándonos al punto de quiebre social que motiva la explicación de este ensayo en 1973 es importante analizar concretamente porque el acceso a la política siempre ha estado al margen de la gran masa chilena y protagonizado por el mismo grupo. La manera más directa, clara y fuerte de regir el comportamiento de la población chilena ha sido siempre el establecimiento de la constitución política. En nuestro país si uno se detiene a pensar en cada una de las constituciones que han surgido en la historia encontramos el común denominador de que su establecimiento fue absolutamente al margen de la opinión que pudo haber tenido la clase media en estas. En otras palabras, las constituciones de la República de Chile siempre han sido impuestas, palabra dura pero verdadera para referirnos a como se ha considerado a la ciudadanía chilena a través de los años y entender mejor porque se llegó a lo que se llegó. Sumado a esto, y siguiendo con la línea de la clase política militar, es que todas las intervenciones quebrantistas y por la fuerza se han justificado como hazañas para garantizar la estabilidad, en cambio las sublevaciones del pueblo han tenido carácter de atentados. Esto no puede más que generar segregación y un divorcio real entre la ciudadanía y el estado que inconscientemente se lleva dentro y desata pensamientos que se traspasan a apoyos a figuras mucho mas enfocadas al socialismo y al comunismo también. Es por esto en términos generales que podemos decir que Chile ha sido el único lugar del mundo donde un régimen comunista popular ha llegado al poder de manera democrática y legitima. Chile cosecho lo que sembró y nunca enmendó camino, politizándose de manera total en opiniones casi contrarias, y dejando al pueblo un poco a la deriva en el cuidado social sobre todo de los más desprotegidos.

Finalmente, queda en evidencia que la gran brecha existente entre la elite y los sectores mas marginados se conoce como la clase media chilena. Esta se gestó con fuerza principalmente a finales del siglo XIX, donde su gran capacidad trabajadora se fue complementando con la educación adquirida. Sin embargo, estaba lejos de poder hacerle peso al poder político y social que caía sobre la oligarquía dominante de la época. La gran clase media representaba a la mayoría de la población, principalmente a los sectores trabajadores. Es evidente que la clase media sobretodo a comienzos del siglo XX se desarrollo firmemente con el acceso a educación, elemento que la hizo ascender en su nivel social y poder ir accediendo a cargos públicos y privados. Podemos decir que este sector social incluso fue un sector de paso a la clase alta, sin embargo, en términos generales, lo que se quiere establecer acá, es que la clase media no actuó como un actor en si mismo para ejercer todo su poder social, económico y cultural adquirido y levantar un movimiento político que gobernara realmente para ellos, es decir, para el interés de la gran masa ciudadana. Este es uno de los elementos clave que definen la personalidad de la población chilena, al margen de su propio manejo, algo que llevo al país a ser el primero en el mundo en elegir un gobierno de régimen socialista extremo de manera democrática. Podemos decir en todo caso, que el destino de Chile durante el siglo XX fue víctima de la extrema politización de todos los ámbitos de la sociedad y de carecer de un mensaje común que integrara a una clase media que pudo haber hecho mucho más.

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[1] Estado, Legitimidad, Ciudadanía. Gabriel Salazar. Pág. 75
[2] Historia Contemporánea de Chile, Gabriel Salazar, Julio Pinto. Pág. 65