Frida Kahlo: Su Vida en Un Lienzo Frida Kahlo es una de las más talentosas artistas en la historia. Era una mujer distinta, particularmente en sus autorretratos con cejas negras unidas y un bigote. Las características de su personalidad incluían su fuerza e independencia porque no se asustaba para expresar exactamente lo que sentía, y por eso, era muy valiente y servía como modelo de alguien que poseía mucha franqueza con ella misma. Para empezar, su personalidad era muy exquisita. Tenía un corazón tan grande como el mundo porque trataba a sus sirvientes como su propia familia. Siempre trataba a todos con igualdad y respeto. También, las actividades que ella le gustaba eran bailar, coquetear, y seducir a otras personas porque ella le encantaba divertirse y tenía un sentido de humor poco convencional, especialmente para una mujer, porque participaba en chistes inapropiados. En continuación, otro aspecto de la vida de Frida Kahlo que es interesante era su elección de ropa. Ella era mestiza y quería llevar ropa indígena. Frida estaba muy orgullosa de su herencia y raíces y nunca estaba asustaba por compartir este sentimiento con otras personas porque lo que sí es cierto es que le encantaba México, su patria, con todo su corazón. Su ropa, especialmente sus faldas, eran largas y a veces tocaban sus pies. Su ropa decorativa es evidente en su arte también. A pesar de que Frida tenía capacidades físicas que limitaba lo que podía hacer, vivía su vida haciendo todo lo que quería hacer y este elemento de su personalidad era muy fuerte y admirable. En cuanto a su arte, todos los aspectos de su personalidad y su ser son visibles en sus autorretratos y uno que expresa mucho de sus sentimientos y pensamientos se llama Recuerdo (el Corazón). Lo pintó después de su descubrimiento de una aventura entre su esposo Diego Rivera y su hermana Cristina. Su corazón rompió en millones de pedazos de vidrio y esto es evidente a través de las lágrimas que cayeron por su cara como un río. La figura de Frida Kahlo en el centro de este autorretrato lleva ropa europea y tiene el pelo corto. Esto es diferente de sus otros autorretratos porque típicamente tiene pelo largo. Hay un traje indígena a la derecha de ella y representa su pasado cuando ella lo llevaba para celebrar su herencia y también para complacer a Diego Rivera. La figura de Frida Kahlo no tiene manos y esto representa su estado de desesperación y que ella sentía que no podía hacer nada. En total, este autorretrato transmite muchos sentimientos relacionados con su pena y melancolía porque ha elegido colores oscuros. Para agregar, lo que está al lado de Frida es un corazón y su tamaño grande representa la cantidad de pena ella sentía durante este tiempo. En vez de su corazón en su cuerpo, hay un espacio vacío allí y lo aparece en el piso al lado de sus pies. Hay un palo que pasa a través de su cuerpo y representa que este evento rompió su corazón. A pesar de que ella sentía mucha angustia y dolor, su rostro y cicatriz están desprovistos de cualquieras expresiones, pero sabemos que ella se sentía a esta manera porque este autorretrato es muy sangriento y gráfico. En conclusión, Frida Kahlo era una artista con mucha pasión y fuerza y nunca vacilaba a expresar sus estados de ánimo en un lienzo para el mundo ver.