- Industria Manufacturera

El proceso de transformación de materias primas en un producto totalmente terminado que ya está en condiciones de ser destinado a la venta, es conocido como manufactura1. La RAE define a este concepto como “Obra hecha a mano o con auxilio de máquina” y también como “Lugar donde se fabrica”. Así es como la manufactura corresponde al sector secundario de la economía, también denominado sector industrial, sector fabril, o simplemente fabricación o industria.
El término abarca una variada gama de actividades, desde la artesanía hasta la alta tecnología, pero es más comúnmente aplicado a la “producción industrial”, en la cual las materias primas son transformadas en bienes terminados, producidos a gran escala y con la utilización de diversas máquinas y fuentes de energía, más allá del simple trabajo del hombre. A lo largo de los años la industria manufacturera se ha encargado de satisfacer la demanda de la población mundial dejando como testimonio una historia llena de logros tecnológicos, luchas políticas y males sociales.

Las primeras manifestaciones de esta actividad estuvieron en manos de los artesanos o trabajadores calificados, para elaborar lo que las personas necesitaban. En su mayoría los productos eran hechos a medida, o construidos en la propia casa para usos domésticos, como por ejemplo para el trabajo en campos o granjas, situación que se mantuvo aproximadamente hasta el año 1700.
Luego vino la Revolución Industrial, dividida en dos períodos, duró desde 1760 hasta 1850. La fabricación pasó de estar fundamentalmente en manos de los hombres a estar en manos de las máquinas y las nuevas fuentes de energía. Nuestro país no se quedó al margen de estos importantes cambios; el proceso de desarrollo de la industria manufacturera se puede estimar para los alrededores del año 1871 y se originó con la capitalización derivada de las grandes fortunas mineras y el desarrollo de la agricultura en este período. 2 Este primer brote industrial se caracterizó por su orientación a la industria metalmecánica, proveyendo de insumos a ferrocarriles, y posteriormente de maquinaria a la industria salitrera. 3

1 Definición ABC http://www.definicionabc.com/general/manufactura.php#ixzz2n0MzHceB
2 De Ramón, Armando, Historia del sector industrial en Chile, Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1988
3 de Vos Eyzaguirre, Bárbara. El surgimiento del paradigma industrializador en Chile (1875-1900) Ediciones Dibam. 1999

Para el año 1883 se registraron 3.707 establecimientos industriales en todo el país, de las cuales la mayoría correspondían a industrias artesanales.4 Para la época, estas industrias eran consideradas modernas, porque aunque fueran muy pequeñas, utilizaban máquinas a vapor y los operarios recibían salario. Años más tarde, estas empresas habían aumentado a 5.722 y con ello se necesitó más mano de obra y se modernizaron algunos procedimientos gracias a la incorporación de la luz eléctrica. En 1883 la iluminación con luz eléctrica de la Plaza de Armas, deslumbró a la población Santiaguina. (los primeros años de electricidad en Chile, memoria Chilena http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-683.html)

“Este proceso empresarial modernizador tuvo enormes repercusiones en la vida cotidiana de los habitantes de las ciudades chilenas, especialmente en Santiago, que muy pronto gozaron de los beneficios de la electricidad. La iluminación de las calles y casas particulares con ampolletas incandescentes, desplazó a las lámparas de gas. Asimismo, la proliferación de los tranvías eléctricos cambió los hábitos de transporte de los chilenos.
Una singular competencia se dio entre el gas y la electricidad por el mercado de artefactos domésticos: cocinas, calentadores de agua, planchas, refrigeradores y radios. Enormes letreros luminosos y nuevas tiendas especializadas exhibían en sus vitrinas los modernos electrodomésticos, destacando sus virtudes para modernizar la vida cotidiana del hogar chileno de las clases acomodadas del país, las únicas que en esta época pudieron gozar de las comodidades que traía la electricidad.” (los primeros años de electricidad en Chile, memoria Chilena http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-683.html)

Hacia 1910-1914 la Primera Guerra Mundial tuvo efectos importantes para la industria, ya que se tuvo que suplir las importaciones desde Europa. Sin embargo esta situación obligó a la industria nacional a autoabastecerse, por lo tanto finalmente significó desarrollo para el país. A partir de 1924 y luego de superar la crisis económica de la post-guerra, el mundo desarrollado comenzó una fase de expansión económica que se mantuvo hasta 1929, creando un ambiente de euforia y confianza en el sistema capitalista. Esta época de crecimiento económico, se relaciona con la intensificación del uso de nuevas tecnologías industriales, el surgimiento de la industria automotriz y el aumento del consumo energético, también se generalizó el trabajo en cadena lo que aumentó la productividad.

El período entre 1870 y 1930 se reconoce como una primera etapa de desarrollo contínuo y de constante progreso, no sólo en Santiago y Valparaíso, sino también en sectores cercanos a Concepción en donde se fundían minerales, se explotaban minas de carbón, se fabricaban ladrillos refractarios, entre otras actividades. Para el año 1918, Chile contaba con 7.481 talleres y fábricas pertenecientes a la industria fabril, en las cuales trabajaban 78.711 operarios. De la producción de estas fábricas se obtenían artículos alimenticios, vinos y licores, tejidos de lana, de algodón y de seda, vidrierís, cemento, artefactos de fierro, cobre y plomo, muebles, papel y cartón, cueros y calzado, productos químicos y farmacéuticos, carrocería, confecciones de todas clases, etc. 5

4 Dato correspondiente a uno de los primeros estudios realizados por SOFOFA en 1883
5 Pérez Canto, Julio. Chile: Breves noticias de sus industrias. Sociedad de fomento fabril. Santiago de Chile. 1920

La segunda etapa de la industrialización chilena se establece a partir del año 1930 aproximadamente, año en que se desarrolló una gran crisis económica mundialmente, y que tuvo un efecto inmediato y desolador en la industria nacional.

Sin embargo, a partir de los años 1933-34 se notó en Chile una recuperación. En vista que la crisis dejó en evidencia que la economía chilena era en extremo dependiente de los capitales extranjeros, comenzó a formarse una amplia corriente de opinión (incluso entre el empresariado liberal) que sostenía que era necesario fortalecer el mercado interno y comenzar a sustituir las importaciones por productos elaborados dentro del país. Entonces, gracias a la incorporación de un proyecto industrializador que mediante créditos e infraestructura, apoyaba a personas que habían quedado cesantes para que tuvieran la oportunidad de establecerse en pequeños y grandes talleres para fabricar diversos productos en los que ellos eran expertos.

A comienzos de la década del 40, la economía chilena ya daba señales de estar saliendo de la depresión. De una estrategia de desarrollo orientada hacia fuera, se transitaría a otra orientada hacia adentro. Con una actividad extractiva, dirigida hacia la exportación del cobre. A partir de los años 40, Chile creará mejores condiciones para el desarrollo de sus industrias, que le permitirían dejar de comprar en el exterior productos que ahora comienzan a fabricarse en el país. El Estado se volvió un Estado Empresario. Ingenieros chilenos crearon complejos y completos planes de modernización económica. El país debía ser dotado de una infraestructura adecuada, especialmente caminos y puertos. Había que crear una industria pesada, capaz de dar a los empresarios particulares petróleo, acero y electricidad.

Gracias al crédito estatal y a la política de fomento, la industria comenzó a crecer. El Estado aplicó una serie de medidas proteccionistas, que dieron viabilidad a la producción de bienes. Los beneficios del nuevo modelo se manifestaron en desarrollo material; creció el mercado interno y nuevos sectores sociales comenzaron a acceder a nuevos artículos. Pero también comenzaron a manifestarse serios problemas en el aparato productivo. Chile se pobló de fábricas que ofrecían a los consumidores todo tipo de bienes, pero estos bienes eran producidos a costos muy elevados y no siempre su calidad era satisfactoria. A ello se sumó más tarde,durante los años 50, otro tipo de problema como la agudización de la inflación, expresada en un aumento creciente de los precios y la pérdida del poder de compra de los sectores asalariados.

Fué así como surgieron industrias claves, La empresa nacional de electricidad; ENDESA, La compañía de aceros del Pacífico; CAP, La empresa nacional del petróleo; ENAP y también la industria azucarera nacional; IANSA, creada en 1952 para explotar y comercializar los cultivos de remolacha con que se experimentaba desde mediados de la década anterior.

“Entre 1955 y 1975 sería la fecha en que un historiador razonable tendría que terminar una exposición como ésta, porque ya más cerca no es un tema histórico, sino que es un tema eminentemente político”. “ Todos conocemos la historia hasta el año 1975…porque lo que ha ocurrido desde entonces hasta ahora está todavía en pleno desarrollo y no se puede saber en qué va a terminar. Es seguro sí que se inició un nuevo período histórico; de ello no le cabe duda a nadie”6

6 De Ramón, Armando, Historia del sector industrial en Chile, Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1988