Intuición Estratégica, Memoria Inteligente y Neurociencia: Cómo se procesan las ideas y como surgen las ideas creativas en la mente
Hace unos días mientras preparaba una charla sobre análisis de decisiones, leí un artículo cuyo título era “Cómo realmente sucede el ¡Ajá!” (“How Aha! Really Happens”), escrito por William Duggan, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia y publicado en el portal “strategy +business” en noviembre del 2010. El artículo inmediatamente concitó mi atención, ya que, en él, el autor explica la forma como nuestro cerebro procesa las ideas.
Resulta que hace como 30 años, para ser más específico, el año 1981, el Dr. Roger Sperry, neurocientífico estadounidense, obtuvo el Premio Nobel por su tesis de que el cerebro tiene dos hemisferios: el izquierdo; analítico, lógico y racional; y el derecho, creador, artístico e intuitivo. Una de las aplicaciones más difundidas de este modelo es la famosa “Tormenta o Lluvia de Ideas” o Brainstorming, que consiste en reuniones programadas, donde los miembros apagan su hemisferio izquierdo, encienden el derecho y dejan que las ideas fluyan. Actualmente las tormentas de ideas son empleadas mundialmente en las empresas para establecer estrategias, tomar decisiones y solucionar problemas. Casi dos décadas después, en 1998, Milner, B., Squire, L., y Kandel, E., publicaron un artículo “Neurociencia Cognitiva y el Estudio de la Memoria”, en la revista Neuron, donde describen un nuevo modelo del cerebro, afirmando que el cerebro contiene, lo que denominaron “Memoria inteligente”, en la cual los aspectos analíticos e intuitivos trabajan juntos. Eric Kandel, recibió el Premio Nobel el año 2000 por su contribución a este trabajo. Este nuevo modelo rechaza al modelo anterior de Sperry, y demuestra que no hay cerebro izquierdo o derecho del cerebro; solamente existen aprender y recordar, en diversas combinaciones, a través de todo el cerebro.
El libro “Memoria Inteligente” (Gordon. B, 2003) describe el nuevo modelo del cerebro como un inmenso sistema de estantería: Desde que nacemos nuestro cerebro recibe información, la analiza (divide) y la pone en estantes. Cuando llega nueva información, el cerebro hace un escaneo para ver cómo la nueva información podría encajar con la previamente almacenada. Cuando encuentra una que encaja, las combina y el resultado es un nuevo concepto. La división y almacenamiento es análisis. La búsqueda y combinación es intuición. Ambas son necesarias en toda clase de pensamiento. Hasta un pequeño cálculo matemático requiere la parte intuitiva para evocar los símbolos y fórmulas previamente aprendidos con el fin de aplicarlos en un problema. Cuando las ideas salen suavemente del estante, en patrones familiares, tales como una simple suma, ni nos damos cuenta de lo que pasó. Pero cuando las ideas se combinan en un nuevo patrón, entonces sentimos como un flash de intuición. El famoso momento del “¡Ajá!”. El mecanismo mental trabaja igual en ambos casos, ya sea que trabajemos en una fórmula familiar o en una nueva idea. La memoria inteligente combina análisis e intuición en la misma forma que el aprendizaje y la evocación.
Esto se realiza en forma natural en cada cerebro, pero el estudio activo puede acelerarlo y mejorarlo; según lo demostró Napoleón, quien ganó su primera batalla a los 24 años de edad, y sin tener ninguna experiencia. Napoleón, el gran estratega, era un estudioso de la historia; él combinaba en su mente elementos de batallas pasadas para conformar su estrategia. Los elementos no eran nuevos, pero las combinaciones sí. Su proceso de pensamiento ejemplifica la forma en que la memoria inteligente produce ideas creativas.

Duggan dice que así como el concepto de memoria inteligente ha reemplazado al antiguo concepto de los dos hemisferios; de igual forma, las empresas deben reemplazar el brainstorming con métodos que empleen el nuevo concepto de cómo se generan realmente las ideas creativas en la mente.
¿Alguna vez le han hecho alguna pregunta que no estaba preparado para responder? En ese momento, inclusive mientras usted verbaliza una respuesta, su mente está en busca de la respuesta real. Inevitablemente, la respuesta saltará a la cabeza como un rayo cuando usted esté aparentemente distraído o relajado, durmiendo, manejando un auto o duchándose. Así es exactamente cómo funciona el cerebro. No puede ser forzado a encontrar la respuesta correcta inmediatamente, sino a través de procesos que ocurren en el tiempo, cuando nuevas conexiones se realizan o un nuevo compartimiento sea construido en la estantería del cerebro.

Esto nos lleva a concluir que siguen postulándose nuevas teorías sobre cómo funciona realmente el cerebro, y cada nuevo modelo permite encontrar nuevas formas de aprovechar el potencial creativo del ser humano. A medida que aprendamos más acerca de cómo funcionan realmente nuestros cerebros, surgirán nuevas metodologías para mejorar la creatividad. Esto significa una gran posibilidad de hacer más eficiente y eficaz la capacidad innovadora del ser humano, lo cual, adecuadamente manejado podría generar una gran cantidad de soluciones creativas a las necesidades humanas y con ello producir grandes oportunidades para las organizaciones. Antes eran las lluvias de ideas, ahora, la pregunta es; ante este nuevo modelo, ¿qué es lo que tenemos que hacer para promover y facilitar la generación de ideas innovadoras? El que lo haga habrá descubierto, digamos, por decir lo menos, la piedra filosofal del tercer milenio.

Autor: Ing. Fernando Danilo Velarde Ramírez
Profesor: Universidad Tecnológica del Perú