Podríamos resumir que la crisis en Islandia tiene sus orígenes en la avaricia de los bancos y una loca carrera por las ganancias en el extranjero. Entre el año 2000 en Islandia se introdujo una liberalización casi total de la economía y a consecuencia de eso los bancos Islandeses y las empresas se lanzaron a una carrera de expansión en la Unión Europea a través del espacio económico Europeo por lo que Islandia tenía accesos a los mercados europeos aunque no sea miembro de la Unión Europea, la consecuencia fue una fuerte penetración financiera sobre todo en Gran Bretaña, Holanda y Alemania, todo iba bien hasta el estallido de la crisis de EEUU con la caída de Lehman Brothers , con lo cual se detuvo la liquidez hacia los bancos Islandeses en el extranjero, cabe señalar que las operaciones de los bancos Islandeses llegaron a 10 veces el PBI de Islandia, al producirse la crisis financiera el gobierno británico intervino los tres bancos operantes en Gran Bretaña ante lo cual el Gobierno Islandés de entonces de conservadores y social demócrata, no tuvieron más remedio de intervenir a los tres grandes bancos y podríamos decir que lo dividió en dos secciones interior y exterior, garantizando los depósitos de los Islandeses en Islandia (interior) pero se negó a cancelar activos de negocios realizados fuera del país, Gran Bretaña y Holanda (exterior) dejando a los ahorradores Británicos y Holandeses que fueron captados por la subsidiaria IceSave que tenía aproximadamente 300.000 clientes británicos y 910 millones de euros invertidos por administraciones locales y entidades públicas del Reino Unido. A Landsbanki le seguieron los otros dos bancos principales, el Kaupthing el Glitnir. Sus principales clientes también estaban en Gran Bretaña y Holanda.
Al final los gobiernos de Bretaña y Holanda tuvieron que pagar a sus ahorradores sus depósitos pero exigiendo a Islandia la garantía minina de depósitos cuyo monto total era aproximadamente 4 mil millones de Euros que Islandia teóricamente debería pagar a esos gobiernos.
La crisis Financiera colapso de la economía islandesa ocasionado alza del desempleo de 1.5% al 8.5%, deudas Hipotecarias Impagables, recortes salariales, congelación de Sueldos, ante estos hechos se producen protestas ciudadanas frente al parlamento en Reykjavik que cada día iba en aumento, como consecuencia de la presión social el 23 de enero de 2009 se convocan elecciones anticipadas y tres días después, las caceroladas ya son multitudinarias y provocan la dimisión del Primer Ministro, el conservador Geir H. Haarden, y de todo su gobierno en bloque, El 25 de abril del mismo año se celebran elecciones generales de las que sale un gobierno de coalición formado por la Alianza Social-demócrata y el Movimiento de Izquierda Verde, encabezado por la nueva Primera Ministra Jóhanna Sigurðardóttir.
Mediante una ley ampliamente discutida en el parlamento se propone la devolución de la deuda a Gran Bretaña y Holanda mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarían todas las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a referéndum. En enero de 2010 el Presidente, Ólafur Ragnar Grímsson, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular.
En marzo 2010 se celebra el referéndum sobre pagar o no pagar a los Británicos y Holandés el gobierno avoco por el SI, el parlamente en dos ocasiones dijo que SI con más del 70% lo que quería decir que la oposición también decía que “Si” en buena medida, las razones del gobierno eran que el “SI” porque por lo menos trazaba una hoja de ruta próxima de devoluciones y despejaba el panorama. Los del “No” decían que ninguna forma el pueblo Islandés iba a pagar la deuda privadas de algunos banqueros en el extranjero, pero con el “No” el panorama se traducía en incertidumbre que se debería de resolver por la vía Judicial.
El resultado fue, que el NO al pago de la deuda arraso con un 93% de los votos. La “revolución islandesa” consigue una nueva victoria de forma pacífica, como consecuencia de esta mediada el FMI congela las ayudas económicas a Islandia a la espera de que se resuelva la devolución de su deuda.
Posteriormente el gobierno decidió negociar con los acreedores, prácticamente todos extranjeros, y que incluían fondos de inversión y hedge funds, así como otros bancos europeos. Una reestructuración de la deuda en la que el contribuyente no tuvo que poner dinero llegando a un acuerdo para devolverles su dinero en 35 años con un interés del 3%.
Los tres nuevos bancos, sucesores de los gigantes que llevaron al país a la crisis, registraron un beneficio de 309 millones de dólares en el 2010. El país, además de volver a crecer, registró una inflación controlada, el 1,8% y los CDS (seguros contra el impago de la deuda soberana) cayeron un 80% en el 2010.
Un factor que permitido al gobierno Islandés soslayar la crisis fue la caída de la moneda (la corona, la moneda Islandesa) después del crack financiero la devaluación facilito las exportaciones islandeses, mejoro la competitividad de Islandia en los mercados extranjeros, se incrementó la afluencia de turistas al ser Islandia más barata. Sin embargo la otra cara de la moneda es que todo lo importado subió de precio trasladando el costo final a los Islandeses.