RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL PROFESIONAL CRISTIANO
EN EL MUNDO DE LA ECONOMÍA

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. (Miqueas 6:8)

El título de la plenaria es potente (por el término “profesional cristiano”) y, hoy, dramático (por la situación actual del “mundo económico”). Pero antes de enfrentarnos a estos dos temas, unas breves palabras sobre responsabilidad.

Con frecuencia se asocia la responsabilidad al cargo o a la obligación moral que resulta para una persona del posible error cometido en un asunto determinado; o a la obligación de reparar o satisfacer una culpa. Pero la responsabilidad no es un elemento que solo surge a posteriori, sino que debe de estar presente a priori, antes de decidir/actuar.

De esta forma, la responsabilidad nos permite y nos obliga a pensar sobre las consecuencias que van a tener nuestras actuaciones; a determinar como afrontar nuestras acciones para que tengan el impacto más adecuado en relación con nuestras convicciones.

La responsabilidad social arranca, indudablemente, del espíritu de solidaridad o filantrópico que está, en mayor o menor grado, presente en casi todo ser humano y aún en algunos animales. Espíritu que se ha manifestado históricamente de muchas maneras, siempre trasunto del principio superior que inspira a Cristo, y a muchas posiciones religiosas, filosóficas o de simple convivencia social, que nos mueve a amar al prójimo. "Como a ti mismo" dice el Evangelio.

Potente: cristiano y profesional.

El título de la ponencia es potente. Y lo es porque a la retadora frase “responsabilidad social en el mundo de la economía” para cualquier ser humano, se le añaden dos términos que aumenta para nosotros esta responsabilidad: cristiano y profesional.

Cristiano. El término cristiano nos implica a todos los que hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas. Y, como implica!!!

¿Recuerdan una carta privada y doméstica, de hace 1950 años, que escribió San Pablo desde su prisión romana, para ser enviada a un líder de la iglesia en la ciudad de Colosas?.

Pablo se dirige a Filemón para rogarle que reciba a Onésimo, un esclavo de Filemón que se había escapado. Y que lo reciba como recibiría al propio Pablo. En el contexto de la ponencia de hoy, hay una cosa que querría destacar del contenido de esta carta.

En ella se indica que Pablo pasa a asumir la responsabilidad económica por el perjuicio que Onésimo pudiera haber causado a su amo, diciéndole a Filemón en el versículo 18: “Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta”. Y para dar validez a su compromiso, Pablo presenta un respaldo escrito a su promesa anterior (versículo 19): Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; y continúa Pablo, por no decirte que aun tú mismo te me debes también”. …. ¿Y en qué está Filemón en deuda con Pablo?:…… Le debe a Pablo su conversión.

Como dijo Lutero en su comentario a esta Epístola de Pablo: “Sin embargo (refiriéndose a Filemón), te me debes a ti mismo. Si reclamas tus derechos, yo haré lo mismo. No me debes tu casa, sino a ti mismo…

Dios, que en el tema de la responsabilidad social no nos apela en base a su autoridad, que podría hacerlo, sino en base al amor que nos tiene, cuando está pidiendo que “demos de lo nuestro”, no olvidemos que somos inmensamente deudores a Él.

Profesional. El segundo término, “profesional”, conlleva la idea que se actúa desde una posición de poder. Que se tiene capacidad para hacer que las cosas ocurran de una determinada manera.

Es decir, usted, como profesional, tiene poder para hacer que las cosas ocurran; ¿tiene presente su responsabilidad social cuando toma decisiones? O, ¿usted, que está en una posición de poder, y por tanto también en los temas que no son de su trabajo su opinión tiene relevancia para los demás, que hace para que en los temas económicos se actúe con responsabilidad social?

El cristiano empleado de a pié, obviamente puede y debe actuar por la justicia social, bien desde un solitario grito desgarrador, o en asociación con otros (por ejemplo actuando desde la iglesia o en otras organizaciones). Pero el no está en la “posición de poder”; no puede “hacer que las cosas ocurran sólo por si mismo” o no se le escucha como a usted “que está en una posición de poder en su trabajo”.

Sin embargo, desde una “posición de poder”, lo que hagamos o lo que omitamos, tiene impacto inmediato en los demás, en nuestro prójimo. Y lo que digamos o callemos sobre el mundo macroeconómico, tiene repercusión

Por tanto, la responsabilidad es doble: Como ciudadano cristiano y como profesional cristiano

Dramático. Situación económica actual

Después de un periodo de opulencia de unos 15 años, actualmente España se enfrenta a una realidad económica dramática, especialmente desde una perspectiva social, tal como lo vemos día a día.

Un paréntesis antes de continuar. Quiero remarcar que, sin el aspecto dramático, es decir, sin crisis económica, el título de la conferencia mantiene toda su potencia. La responsabilidad social del profesional cristiano en el mundo de la economía no sólo también es igualmente exigible en periodos de opulencia económica, sino que en ese entorno, el de opulencia económica, es aún más necesario recordar esta responsabilidad, porque en la abundancia parece, frecuentemente, que todo está permitido.

I.- Situación económica actual

La situación económica actual, que viene marcada por una palabra, “globalización”, que busca la unificación cultural, social y económica de los países, apoyado en la tecnología de la información.

En lo económico, la globalización requiere la libre movilidad de los recursos financieros, comerciales y productivos, con la consecuente integración de las economías nacionales en una economía mundial de mercado y la aparición de una “inmensa sociedad de consumo”, en la que las empresas multinacionales (productivas y financieras) adquieren una importancia decisiva.

La globalización entonces, vendría a ser como la etapa de culminación del proceso histórico de expansión del capitalismo, con dos objetivos: la libre movilidad del capital y la creación de un solo mercado mundial.

Y la globalización avanza, entre otras razones, porque tiene relevantes aportaciones:

• Disminución de los costos de producción, y por lo tanto permite la oferta de productos más baratos.

• Aumento del empleo en los países (subdesarrollados) donde llegan las multinacionales (productivas). Aunque frecuentemente con unos niveles salariales ridículos para los consumidores de estos productos, y con un beneficio descomunal para las multinacionales que se lucran por ello.

• Aumento de la competitividad entre los empresarios con, por lo menos teóricamente, el consecuente aumento de la calidad de los productos • Mejoras económicas que ayudan a la producción y a la rapidez de las transacciones económicas.

• Mayor accesibilidad a bienes que antes no se podían obtener en los países subdesarrollados.

Por el contrario, la globalización conlleva desventajas, casi todas ellas de carácter de “justicia social”:

• Mayor desigualdad económica entre los países desarrollados y subdesarrollados debido a concentración de capital en los países desarrollados (acumulación externa de capital).

• Desigualdad económica dentro de cada nación ya que la globalización beneficia fundamentalmente a las empresas grandes y poderosas.

• En los países desarrollados aumenta el desempleo y se crean bolsas de pobreza porque las empresas grandes emigran hacia otros lugares en busca tanto de mano de obra y materia prima barata, como de ventajas fiscales

• El desplazamiento de la producción a países en vías de desarrollo, frecuentemente lleva a “la pobreza y a la desigualdad”. En esos países subdesarrollados aumenta la explotación ilegal e inhumana de su fuerza de trabajo. Es la fea cara actual de un viejo fantasma que creíamos ya olvidado: el de la moderna esclavitud.

• Mayor injerencia económica de parte de los países desarrollados hacia los países subdesarrollados o en vías de desarrollo.

• Degradación del medio ambiente por la explotación de los recursos.

• Menor oportunidad de competir con las empresas multinacionales.

• Mayor fuga de capitales porque cuando las empresas multinacionales lo decidan, se trasladan hacia otros países que les ofrezcan mejores ventajas en su producción o en tasas impositivas.

Cuando pienso en la globalización, siempre viene a mi mente las palabras del que fue Director General de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, “lo único que he visto globalizado es la pobreza”

Una de las corrientes de pensamiento “político ideológico” que más apoya la idea de la globalización es el neoliberalismo económico. Este predica que, bajo toda circunstancia, las decisiones de política económica se tomen en el mercado. Que sea el mercado, y no el estado, el ente que controle la vida, no sólo la económica, sino también la vida social y política de los países. ¿Y quién es el mercado?, las grandes corporaciones (financieras y productivas) y las organizaciones internacionales, que procuran reglar las economías de los países a su conveniencia, y con ello minimizar al estado y a los ciudadanos, transformándolos en simples espectadores del devenir económico.

Esta ideología, el neoliberalismo económico, penetra también en las universidades, cómplices por acción u omisión en la actual crisis económica

Esta ideología, el neoliberalismo económico, penetra también en las universidades, hasta tal extremo, que los estudiantes de la prestigiosa diversidad norteamericana de Harvard, el pasado día 2 de Noviembre, “dijeron basta a lo que ellos consideran el vacío intelectual y la corrupción moral y económica de gran parte del mundo académico, cómplices por acción u omisión en la actual crisis económica. El 2 de noviembre los alumnos del curso introductorio a la economía, el aula Economía 10, impartido por Greg Mankiw, abandonaron su clase en tromba y le dirigieron una carta abierta. En ella, en primer lugar, explican por qué abandonan la clase: “hoy estamos abandonando su clase, Economía 10, con el fin de expresar nuestro descontento con el sesgo inherente a este curso. Estamos profundamente preocupados por la forma en que este sesgo afecta a los estudiantes, a la Universidad, y nuestra sociedad en general.”
En dicho documento recalcan la necesidad de confrontar de manera crítica las diferentes teorías económicas, es decir, que se valoren las distintas visiones de cómo afrontar los problemas económicos: “Un estudio académico legítimo de la economía debe incluir una discusión crítica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos. A medida que su clase no incluye las fuentes primarias y rara vez se cuenta con artículos de revistas académicas, tenemos muy poco acceso a aproximaciones económicas alternativas. No hay ninguna justificación para la presentación de las teorías económicas de Adam Smith como algo más fundamental o básico que, por ejemplo, la teoría keynesiana”.
Pero no se trata sólo de un profesor torpe al que se le han subido a las barbas un grupo de alumnos particularmente díscolo. En la misiva tampoco se olvidan del papel de Harvard en la sociedad: “Los graduados de Harvard juegan un papel importante en las instituciones financieras y en la conformación de las políticas públicas en todo el mundo. Si falla la Universidad de Harvard a la hora de equipar a sus estudiantes con una comprensión amplia y crítica de la economía, sus acciones serán susceptibles de perjudicar el sistema financiero mundial. Los últimos cinco años de crisis económica han sido prueba suficiente de ello”.
La carta abierta de los estudiantes de Harvard a Greg Mankiw refleja, en realidad, una crisis más profunda de la que apenas se habla y discute en los medios de comunicación: el vacío intelectual y el escaso soporte empírico de la mayoría de las teorías macroeconómicas y microeconómicas que se enseñan en las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales de todo el mundo. Una crisis de legitimidad en toda regla.
Partícipes de la corrupción
Siendo grave el vacío intelectual de las escuelas dominantes, sin embargo, aún lo es más la corrupción moral y económica en la actual crisis, de la cual ha sido partícipe una parte del mundo académico.
Aún se recuerda el magnífico documental Inside Job de Charles Ferguson. Es el relato del descalabro global contado por sus principales protagonistas, que se han enriquecido sin mesura y que ahora, muchos de ellos, siguen en los puestos clave de las finanzas de Manhattan y con altos cargos en la administración Obama.
Una de las partes más interesantes son las entrevistas a determinados académicos que formaron parte del establishment: Martin Feldsterin, Gleen Hubbard, John Campbell, o Frederic Mishkin entre otros, que cobraban astronómicas minutas por sus charlas, su consultoraía o sus informes, pagados en abundancia por los bancos de inversión que generaron la crisis.
Los economistas de las principales universidades estadounidenses abogaban por un mundo neoliberal, en el que los mercados financieros actuaran a sus anchas, sin supervisión ni regulación. Esos economistas justificaban sus conclusiones con sesudos informes repletos de tópicos, y con complicadas herramientas econométricas que ocultaban el vacío intelectual de sus trabajos. Como se decía anteriormente, la mayoría de estos autores eran, además, consultores o directamente empleados de las grandes entidades financieras, las grandes beneficiadas de tales informes.
Jugosos pagos
Un ejemplo era ver como el documental ponía contra las cuerdas a Frederic Mishkin, que estuvo en el consejo de gobierno de la Reserva Federal. Antes de la caída de Islandia redactó un informe titulado “Estabilidad financiera en Islandia” alabando el sistema financiero de aquél país. Después del crack volvió a la enseñanza. Eso sí, antes cambió el título de su informe y pasó a llamarlo “Inestabilidad financiera en Islandia”. Por dicho informe cobró alrededor de 150.000 dólares, pagados por la Cámara de Comercio de Islandia. Y, como con Miskhin, Inside Job nos revela distintos casos de ese papel legitimador de los economistas.
Tanto la reacción de los estudiantes de Harvard como del documental Inside Job pone de manifiesto una realidad que muchas veces los economistas olvidamos. La economía es una ciencia social que estudia unas determinadas actividades del hombre y las relaciona con el entorno en el cual se desarrollan tanto en el presente como en su perspectiva histórica. Lo hace desde una posición empírico-teórica que implica ciertas hipótesis sujetas a contrastación con la realidad.
Por lo tanto, la ciencia económica debería ser una ciencia empírica que construye teorías y modelos a partir de la sistemática observación de la realidad. En este sentido, detrás del actual “pensamiento único” o “consenso de Washington”, lo que se presenta como verdades indiscutibles, en realidad reflejan juicios de valor, alimentados por la ideología dominante, en este caso la neoliberal.
No se sabe aun si esta reacción de los alumnos está conectada con el movimiento 'indignado' global, pero lo cierto es que es un fiel reflejo del descontento de la sociedad ante una crisis causada por unas élites que han contado con apoyos políticos, económicos y académicos. Estos últimos les daban presunta legitimidad, pero han acabado por desprestigiar a los templos del saber con más reputación del mund
Abandonaron la clase de “Introducción a la economía” impartida por el profesor Grez Mankiw, . Los estudiantes de esta prestigiosa universidad han dicho basta ante lo que ellos consideran. Palabras mayores, pronunciadas ahora por los futuros dirigentes del mañana

II.- Impacto de la realidad económica actual en el mundo de la empresa

El impacto de esta realidad económica en el mundo empresarial es el siguiente:

1. Primer impacto: Las empresas tienden a procurar, como único hecho relevante, el “shareholders value”, es decir el aumento del valor para el accionista (que crezcan los dividendos y que suba el valor de la acción). Se subordina este bien a todos los demás.

Esto implica que haya un único objetivo, “el lucro”; y un lucro que ha de ser creciente año tras año. Y ello cueste lo que cueste, en cuanto a empleo, calidad de vida, impacto en la sociedad, ecología,… “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad” (Eclesiastés 5:10)

Tomemos como ejemplo dos temas recientes que afectan a la empresa Inditex (Zara).

a. Producción en Brasil. En talleres de costura en los que se empleaba “mano de obra esclava” que trabajaba “de sol a sol”, se fabricaba una ropa que después se vendía en las tiendas del grupo Inditex.

“La Asamblea Legislativa del Estado de Sao Paulo ha invitado a la cadena de moda Zara, propiedad del grupo Inditex, a participar en una comisión que investigará las denuncias por infracción de normas laborales en talleres de confección que trabajaban para su proveedor brasileño AHA. Según informó la institución, el representante legal de Zara Brasil, Enrique Huerta, ha sido citado a comparecer en la reunión que la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y de Cuestiones Sociales celebrará mañana miércoles, junto con los socios y administradores de AHA, Seong Hee Lee y Cyro Leal Mendes.

El Ministerio de Trabajo de Brasil emitió 52 actas de infracción de normas laborales en talleres que trabajan para este proveedor de Zara, después de que catorce trabajadores bolivianos y uno peruano fueran localizados en una situación "análoga a la esclavitud" en dos locales en el Norte de Sao Paulo” (El Confidencial, 30 de Agosto 2011).

El grupo Inditex emitió un comunicado de prensa en el que niega cualquier responsabilidad directa en este caso, aunque sí reconoce que uno de sus proveedores brasileños (concretamente, la empresa AHA Indústria e Comércio de Roupas Ltda.), habría incurrido en graves incumplimientos de su Código de Conducta para Fabricantes y Talleres Externos.

En este sentido, un informe encargado por el International Textile Garment and Leather Workers’ Federatión (ITGLWF), hecho público este año, y basado en visitas a 83 fábricas textiles en Filipinas, Indonesia y Sri Lanka, indica que ninguna pagaba un sueldo digno a sus más de 100.000 trabajadores. Entre las marcas que trabajan con estos proveedores están Marks and Spencer’s, DKNY, GAP, Slazenger, Speedo…. Llama la atención del estudio que no se libra de estas prácticas ni siquiera la marca de supuesto “comercio justo” Fairtrade.

El informe revela también que las condiciones de trabajo, lejos de mejorar, están empeorando en muchas de esas fábricas.

o La precariedad ha aumentado, lo que dificulta (o hace imposible) la creación por parte de los trabajadores de sindicatos para proteger sus derechos.

o La temporalidad evita pagar vacaciones o bajas, y a “temporales” se les impone mucha más presión, con horas extras obligatorias y sueldos más bajos.

b. Unidad de venta por Internet en Irlanda. El periódico El País publicó recientemente que Inditex canalizaba todas sus operaciones de comercio electrónico a través de una sociedad irlandesa, ITX E-Commerce Ireland Limited, con domicilio social en Dublín. La elección de Irlanda no es baladí, ya que el país ofrece una fiscalidad muy beneficiosa, que ha atraído a numerosas multinacionales en los últimos años y que los distintos gobiernos irlandeses han luchado arduamente por mantener frente a las presiones de la Unión Europea.

El mismo día que El País publicó esa noticia, Inditex emitió un comunicado indicando que “a partir de 2012 canalizará todas sus ventas de comercio electrónico desde España, y no desde Irlanda como venía haciendo desde que inició esta actividad en 2007”. La empresa aseguró que inició su actividad de venta en Internet desde Irlanda "al localizarse en este país el conocimiento, experiencia y los recursos tecnológicos propios del comercio electrónico", y que superada la fase de lanzamiento y adquirido el conocimiento técnico "la compañía tiene decidido la explotación de su negocio online a partir del año 2012", para lo que el pasado 29 de julio se constituyó la sociedad Inditex E-Commerce.

Este objetivo de lucro creciente, año tras años, lleva a buscar el resultado a corto plazo, con el consiguiente impacto en la explotación del cliente(rebanar todo lo que se pueda de él), en la calidad de vida de los empleados, y en el propio futuro de la empresa

2. Segundo impacto. Organizaciones gestionadas sin dar prioridad a los valores éticos. Hacer lo que sea necesario, para logar sus objetivos.

Además de los conocidos casos de Enron, Parmalat y varias Cajas de Ahorros, quisiera citar dos situaciones que tiene el mismo protagonista, Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión líderes a nivel mundial, y que ha colocado reiteradamente, tanto en administraciones demócratas y como republicanas, a sus directivos como los máximos responsables económicos y financieros de la Casa Blanca.

a. Caso de Goldman Sachs y Grecia. Según The New York Times, Goldman Sachs, asesoró al gobierno griego para que Grecia ocultara miles de millones de euros de deuda de las autoridades supervisoras de Bruselas.

Incluso cuando la crisis fiscal de Grecia estaba en su momento álgido y en un punto de no retorno, bancos de Wall Street estaban buscando mecanismos para ayudar a ese país a evitar preguntas incómodas por parte de Bruselas y de los países de la zona euro.

De hecho, a principios de noviembre del año pasado, tres meses antes de que Atenas se convirtiera en el epicentro de la preocupación global por la mala situación de sus cuentas públicas, un equipo de Goldman Sachs, liderado por su presidente Gary Cohn, llegó a la capital griega con una propuesta "muy moderna" bajo el brazo para gobiernos con dificultades para afrontar sus gastos, según dos personas que fueron informadas del encuentro, revela el New York Times.

b. Goldman Sachs y productos estructurados. La Comisión de Valores de EEUU (SEC por sus siglas en inglés) acusó hace un año a Goldman Sachs y a uno de sus vicepresidentes de un presunto fraude relacionado con instrumentos de deuda vinculados a hipotecas 'subprime', que pudo causar pérdidas de más de 1.000 millones de dólares a los inversores (740 millones de euros), según informó el regulador de EEUU.

En concreto, la SEC alega que Goldman Sachs estructuró y comercializó obligaciones de deuda colateralizada (CDO) dependientes de la evolución de valores respaldados por hipotecas residenciales 'subprime' (RMBS) sobre los que no proporcionó "información vital" a los inversores, especialmente en lo que se refiere al papel del 'hedge fund' Paulson & Co. en la selección de dicha cartera y en la circunstancia de que dicho fondo estaba 'corto' respecto a los CDO.

"El producto era nuevo y complejo, pero el engaño y el conflicto son antiguos y simples", dijo el director de la división de vigilancia disciplinaria de la SEC, Robert Khuzami. Y el jefe de la unidad de productos estructurados de la institución, Kenneth Lench, señaló que la SEC sigue investigando las prácticas de los bancos de inversión y otras entidades involucradas en la titulización de complejos productos financieros vinculados al mercado inmobiliario de EEUU. (Ver película “Inside Job”)

José María Aznar sostiene en su libro “España puede salir de la crisis” (Ed. Planeta 2009) que “junto a los fallos del Estado se ha producido también un problema de falta de ética en el mundo empresarial”.

Es decir, con frecuencia, demasiadas empresas siguen el principio maquiavélico: “el fin (maximizar el lucro, aumentar dividendos y maximizar su valor para el accionista), justifica los medios.

3. Tercer impacto. La Responsabilidad social Corporativa (RSC) y el concepto de stakeholders frente al concepto de shaholders, tiene poco peso real.

A mitad el siglo pasado, en EE.UU. se desarrolló la idea de la RSC, buscando que la empresa se concibiera no como una organización que maximiza los beneficios, sino el bien común. O en palabras de Peter Druker, “los ejecutivos, además de cumplir su primera responsabilidad con la sociedad que es operar hacia el beneficio, tenían que promover el bien público… y contribuir a la estabilidad, el fortalecimiento y la armonía social. (Peter Druker, “The Practice of Management”, 1954).

Actualmente, y siempre con el argumento de la crisis económica, la RSC bien no se tiene en cuenta o sólo se la menciona con objetivos propagandísticos. Y ello a pesar de:

a. Los esfuerzos de la Unión Europea en su Libro Verde y del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), que en la primera década de este siglo han trabajado para que las grandes corporaciones actúen como agentes de cambio social.

b. Que una institución crítica con la RSC y tan influyente como es la revista conservadora The Economist, en Enero de 2008 bendijera la RSC como “just good business”. O que su unidad de análisis, investigación y previsión, Economist Intelligence Unit, informara sobre el resultado de una encuesta entre ejecutivos de más de 30 países en la que el 69 por ciento consideraba que hay una relación positiva a largo plazo entre desempeño financiero y compromiso con la sostenibilidad.

4. Cuarto impacto. La competencia total dentro de la empresas para ocupar un mejor puesto, competencia fomentada por la alta dirección.

Con ello se crea un ambiente en el que se tiende rebajar el comportamiento humano y a actuar como si uno se encontrara en una situación de supervivencia.

Todo lo que acabo de comentar, presentado de la forma en que lo he hecho, nos crea rechazo. Pero este escenario, con frecuencia es la realidad en la que estamos inmersos, y en esos momentos no nos planteamos su bondad sino que nos transformamos en un actor más de esta tragedia.

Este es el mundo económico nos movemos hoy los cristianos. Quizá debería decir, esta es la realidad que hemos creado personas que nos llamamos cristianos; muchos de ellos asistimos a servicios religiosos los domingos y tomamos la Comunión.

IV.- Situación económica de España

En lo que se refiere a España, nuestra situación particular se caracteriza por una profunda crisis.

La última encuesta del CIS, pone de manifiesto que nueve de cada diez españoles califican de ‘mala o muy mala’ la situación económica de España, y citan el paro como su principal preocupación (el 61,3 por ciento de los entrevistados) o los problemas de índole económico.

Esta profunda crisis, que se inicia en 2007, se debe a unos errores graves macroeconómicos cometidos en la segunda mitad de ese largo ciclo de opulencia que indiqué al inicio. Estos errores se concretan en el hecho de haber crecido en el periodo 1990 a 2007: 1. Con un exagerado peso del sector de la construcción en el PIB (su tamaño es el doble de la media europea), tanto residencial como de obras públicas.

a. El precio de la vivienda creció entre 1998 y 2008 casi un 200 por cien.

b. Se construyeron durante los últimos años del boom 700.000 viviendas al año, cuando la demanda sostenible de viviendas se encuentra en unas 350.00 al año.

c. Para logar este ritmo de crecimiento los empresarios “instaban” al Gobierno a que fuera muy flexible con la inmigración. Y lo fue.

2. Con una baja productividad y competitividad, debido en gran medida al limitado I+D+i y el relativamente bajo uso de tecnología de punta en comparación con otros países avanzados.

La situación económica española se agravó por la gran crisis financiera, que es global, y que es la más grave desde el crack de 1929. Esta crisis es el resultado de la confluencia de una serie de circunstancias:

• En primer lugar, fallos en los esquemas de regulación y supervisión financiera de muchos países desarrollados, especialmente Estados Unidos (recuerdo lo indicado anteriormente y vuelvo a recomendar ver el documental “Inside Job”).

La gran mayoría de estos fallos han tenido su origen en la presión que grupos que se beneficiaban económicamente ejercían para mantener el estatus quo.

• En segundo lugar, errores de política monetaria.

• Y, por último, una gestión, en bastantes casos, poco responsable de las entidades financieras, propiciada por la búsqueda del beneficio rápido a corto plazo, en lugar de la creación de valor a largo plazo, sin atender a criterios de prudencia, de sensatez, ni de suficiente análisis del riesgo.

Lo que hoy observamos en el sistema financiero español es un reflejo de ello.

Y se acentuó a su máximo exponente con la crisis en la eurozona, relacionada con la deuda soberana de los países periféricos.

Ello significó un gravísimo problema para las finanzas públicas españolas, que se intentó encarar con un ajuste presupuestario sin precedentes.
V.- Impacto social de la situación española

Y esta situación, para España, es especialmente dolorosa desde el punto de vista social, por varias razones:

1. En primer lugar, la elevada tasa de paro estructural española, que ha llevado a que hoy en día más del al 20 por ciento de la población activa no encuentre trabajo. Un verdadero drama social.

2. En segundo lugar, las administraciones públicas ha actuado, a lo largo de esta época de opulencia, de manera totalmente irresponsable hacia el ciudadano, cometiendo varios errores:

a. Fuerte endeudamiento para realizar importantes obras de infraestructura, instalaciones deportivas y culturales. Muchas de ellas respondiendo más a “proyectos políticos personales” que a autentica necesidad.

b. Aumento de los gastos sociales, y de subvenciones, dándoles carácter estructural y universal.

c. Desorbitado incremento de contrataciones de personal, (algunas de carácter totalmente superfluo, Ayuntamiento de Madrid), con salarios elevados y claramente fuera de mercado (Ayuntamiento de Parla).

Y estos aumentos de gastos o inversiones (ambos casos comprometiendo salidas de caja futuras), lo han realizado, no en base a ingresos recurrentes seguros (impuestos ordinarios), sino basándose, en una parte muy importante, en ingresos excepcionales, y por tanto no recurrentes (por ejemplo los derivados de las licencias y tasas de la construcción).

Al reducirse sustancialmente los ingresos, y habiendo necesidades financieras no renunciables, como hacer frente al servicio de la deuda, las administraciones:

➢ Realizan importantes despidos, directos o indirectos. (Ayuntamiento de Parla en estos días).

➢ Reducen o eliminan gastos sociales, lo que crea importantes tensiones sociales.

3. En tercer lugar, una elevada cifra de nuevos inmigrantes permanentes, para realizar para cubrir necesidades laborales temporales. Durante ese periodo de opulencia ha crecido en 6 millones el número de inmigrantes, pasando a representar cerca del 15 por ciento de la población. La posibilidad de apoyo familiar en situaciones de paro, es muy inferior entre inmigrantes que en la población autóctona. La crisis de paro española aun no ha alcanzado niveles de extrema gravedad por el apoyo familiar hacia los miembros de la familia en paro.

4. Al ser una crisis bastante global, por primera vez no existe claramente la solución de la emigración para resolver el drama del paro, como hubo en la crisis económica de la primera etapa de la dictadura franquista hasta la salida de la autarquía y el plan de estabilización de 1959, (emigración a América), y en la que tuvo lugar en la segunda parte del franquismo, (durante la década de los años sesenta y primeros setenta más de un millón de personas emigraron Centro Europa).

VI.- La responsabilidad social en el mundo de la economía

Enfrentarse al tema de la responsabilidad social en tiempos de una gran crisis, no permite abordarlo con toda la “objetividad” y “frialdad” necesarias. En tiempos de crisis nos desquicia pensar que “tendré que dar de lo mío a otro que no conozco, ni se quién es, ni quizá sea justo dárselo”.

Por ello, es bueno analizar los trabajos que sobre este tema se han realizado en la sociedad occidental, especialmente en la segunda mitad del siglo pasado.
Cabe citar el International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights, auspiciado por Naciones Unidas, bajo el paraguas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Fue el primer convenio/pacto legal internacional sobre los derechos económicos, sociales y culturales. Tiene el carácter de obligatoriedad desde el 3 de Enero de 1976 para los países firmantes y ratificantes, 160 actualmente (aunque no lo ha ratificado EE.UU.)

El pacto reconoce y protege:

1. El derecho al trabajo y a unas condiciones de trabajo justas y propicias.

2. El derecho a sindicarse y a actuar conjuntamente los trabajadores

3. El derecho a la seguridad social y el derecho a la protección de la familia, incluyendo la protección de las madres y de los niños.

4. El derecho a un adecuado estándar de vida, que incluye el derecho a la comida, a la casa y a la salud.

5. El derecho a la educación, y a participar en la vida cultural. 6. El derecho a beneficiarse de la ciencia y de la cultura

7. El derecho de las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas a involucrarse en su cultura, practicar su religión, y usar su lengua.

Otras fuentes legales de derechos económicos, sociales y culturales son:

• Limburg Principles on the Implementation of the International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights 1987.

• Maastricht Guidelines on Violations of Economic, Social and Cultural Rights 1997.

Los Limburg Principles han sido usados extensamente en los sistemas legales nacionales como herramienta interpretativa para establecer violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales.

El Maastricht Guidelines se construyó sobre los Limburg Principles, e identifica las implicaciones legales de actos y omisiones que son violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales.
Hay una frase muy potente en esa Declaración: “Todo el mundo tiene el derecho a un estándar de vida adecuado para si mismo y su familia, que incluye comida, ropa, casa, cuidado médico y los necesarios servicios sociales”

VII.- La vida económica en la casa de Dios

Si bien la iglesia ha trabajado mucho y bien para aliviar económicamente a los que sufren por razones económicas, a menudo ha hecho muy poco para ayudar a sus miembros a entender cómo su vida económica se relaciona con su vida cristiana.

Mientras que algunas iglesias han transmitido la idea que el éxito económico es un reflejo de la gracia de Dios (teología de la prosperidad), casi ninguna ha elaborado articuladamente el sufrimiento económico en nuestras vidas y en la de nuestros prójimos, a la luz de nuestra fe.

Además, el papel de la Iglesia en los asuntos económicos está casi siempre en el plano de "después de los hechos". Es decir, actúa después de que hayan tenido lugar los trastornos económicos o de que se haya producido el sufrimiento. Se dedica a aliviar el dolor causado y proporcionar asistencia.

Pero, "antes de los hechos", cuando las decisiones económicas se están realizando, cuando las están diseñado las instituciones económicas, cuando sus miembros son actores principales de ellas, la iglesia frecuentemente pretende no entender los que se está haciendo, ni busca contribuir a las discusiones.

Y cuando la iglesia quiere hablar “antes de la toma de decisión”, esta actuación es cuestionada tanto dentro de la iglesia como fuera de ella, y se pregunta ¿en base a que autoridad habla la iglesia sobre economía?. Esto ocurre especialmente en el mundo protestante, y de forma marcada en EE.UU.

Sin embargo, cada vez es más importante para la iglesia hacer explícitos los vínculos entre la fe cristiana y la vida económica; desarrollar una perspectiva cristiana de la economía. Los cristianos necesitamos entender cómo una vida centrada en Dios se relaciona con nuestro compromiso secular con los sistemas económicos y las decisiones de este mundo.

Vincular la fe cristiana y la vida económica requiere que miremos el proceso por el cual se toman las decisiones económicas a través de la perspectiva de nuestra fe.

Esto implica confrontar la operación de la economía con la visión del propósito humano y la sociedad humana a la que estamos llamados como pueblo fiel a Dios. Y esto significa que debe haber un entendimiento claro de cómo interpretamos las intenciones de Dios a través de nuestras tradiciones bíblicas y religiosas.

También es necesario comprender, tanto como individuos como instituciones, de que forma se toman las decisiones económicas en nuestra sociedad.

Una de las reivindicaciones fundamentales de la iglesia cristiana es que Dios está presente en todas las esferas de la vida. Dios no está con nosotros sólo ciertos momentos y lugares. Por el contrario, todos los aspectos de nuestra vida -nuestro trabajo, nuestras relaciones familiares, nuestro compromiso en la iglesia, - están sujetas al juicio de Dios y la gracia de Dios.

Por un lado, esto significa que no podemos escapar a la pregunta: "¿Cuál es la voluntad de Dios en esta situación?, en cualquiera de nuestras actividades. Y por otro lado, esto significa que la presencia transformadora del Espíritu Santo está con nosotros en todas nuestras actividades, y que no hay ninguna situación en la que no podemos recurrir y esperar la ayuda de Dios.

Por supuesto, lo que acabo de afirmar no excluye la esfera económica de nuestra vida. El Dios que adoramos, está tan profundamente preocupado por la economía de sus hijos, como por su bienestar espiritual.

Las actividades económicas en las que participamos son una parte muy importante de nuestras vidas. Como tales, reflejan nuestra fe (o nuestra falta de fe) tanto como lo hace nuestra asistencia a los cultos dominicales o a este encuentro. El trabajo que escogemos y la prioridad que el damos en nuestra vida; nuestras decisiones como profesionales; la forma en que administramos nuestro dinero y la forma que este moldea nuestro estilo de vida; las opciones políticas que votamos; las decisiones que tomamos dentro del marco de “poder” en nuestra actividad profesional, …..

Ninguna de las decisiones que tomamos, en cualquiera de estas áreas, está separada de nuestros compromisos cristianos. Nuestra fe informa tanto a nuestro comportamiento económico personal, así como a las decisiones que tomamos desde de nuestra posición de poder como profesionales, y a las decisiones que tomamos y que afectan las grandes instituciones que pertenecemos, religiosas o políticas.

VIII.- Pensamiento económico-social cristiano

La Iglesia Católico Romana, iglesias individuales y denominaciones protestantes, y el World Council of Churches (WCC) han trabajado mucho sobre la doctrina económico-social cristiana.

Todos estos trabajos no deben ser interpretados ni como una agenda económica o política, ni como un camino intermedio entre el capitalismo y el socialismo, ni como una propuesta técnica para solucionar los problemas prácticos.

La doctrina económico-social cristiana, como dice el Dr. Thomas Williams de la Universidad de Florida, debe ser construida como un conjunto de principios, criterios y directrices de acción, ……con el objeto de interpretar las realidades sociales, culturales, económicas y políticas, ……determinando su conformidad o inconformidad con las enseñanzas del Evangelio sobre la persona humana y su vocación terrenal y trascendente.

El fundamento básico de la doctrina económico-social cristiana, es el primer mandamiento de Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Y este es un principio muy importante para superar la tendencia a ver separadas la economía y la política de la moral.

Como he indicado, la Iglesia Católica Romana, el World Council of Churches (WCC), y algunas denominaciones protestantes como World Church of Christ y la Iglesia Anglicana, han tenido una importante actitud profética en el tema de la justicia social en el mundo de la economía.

Iglesia Católica Romana

Querría citar parte de lo que se conoce como “Textos olvidados de la doctrina social de la Iglesia”:
En el catecismo de la Iglesia Católica Romana, en el apartado “La doctrina social de la Iglesia” y “Actividad económica y justicia social”, hay puntos tan incisivos como los siguientes:
2423……Todo sistema según el cual las relaciones sociales deben estar determinadas enteramente por los factores económicos, resulta contrario a la naturaleza de la persona humana y de sus actos.
2424 Una teoría que hace del lucro la norma exclusiva y el fin último de la actividad económica es moralmente inaceptable. El apetito desordenado de dinero no deja de producir efectos perniciosos. Es una de las causas de los numerosos conflictos que perturban el orden social.
2426 El desarrollo de las actividades económicas y el crecimiento de la producción están destinados a satisfacer las necesidades de los seres humanos. La vida económica no tiende solamente a multiplicar los bienes producidos y a aumentar el lucro o el poder; está ordenada ante todo al servicio de las personas, del hombre entero y de toda la comunidad humana. La actividad económica dirigida según sus propios métodos, debe moverse no obstante dentro de los límites del orden moral, según la justicia social, a fin de responder al plan de Dios sobre el hombre.
2431 …….La economía de mercado, no puede desenvolverse en medio de un vacío institucional, jurídico y político. Por el contrario supone una seguridad que garantiza la libertad individual y la propiedad, además de un sistema monetario estable y servicios públicos eficientes. La primera incumbencia del Estado es, pues, la de garantizar esa seguridad, de manera que quien trabaja y produce pueda gozar de los frutos de su trabajo y, por tanto, se sienta estimulado a realizarlo eficiente y honestamente [...]. Otra incumbencia del Estado es la de vigilar y encauzar el ejercicio de los derechos humanos en el sector económico; pero en este campo la primera responsabilidad no es del Estado, sino de cada persona y de los diversos grupos y asociaciones en que se articula la sociedad”.
Y quiero terminar en relación con la opinión de la Iglesia Catolico Romana con tres puntos:

I. El consumismo como antiecología personal y ambiental. Éste fenómeno está opuesto per se como modelo económico a la satisfacción de las necesidades humanas y al enfoque ontológico que ayudará al hombre a ser una persona madura e integral. Como consecuencia trae el peligro ecológico ya que el hombre consume de manera excesiva y desordenada los recursos de la tierra generando un error antropológico, que puede costarle la subsistencia a la especie. El mismo concepto de responsabilidad social empresarial contempla como uno de sus puntos el desarrollo sostenible y el impacto de sus acciones en el medioambiente.

II. La deuda externa como expolio perpetuo. En aras del desarrollo el instrumento elegido para ayudar a los países en vías de desarrollo se ha vuelto un mecanismo contraproducente. No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables.

III. La amenaza armamentista. La justicia, la recta razón y el sentido de la dignidad humana exigen urgentemente que cese ya la carrera de armamentos. Las consecuencias de esto son devastadoras.

World Church of Christ

En el campo protestante, cabe destacar los trabajos sobre “Ética cristiana y vida económica” del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en América, dio lugar en 1953 al concepto de Responsabilidad Social Corporativa con la publicación del trabajo de Howard Bowen (Social Responsibilities of the Businessmen).

Bowen apelaba a la responsabilidad social de las corporaciones para producir no sólo bienes y servicios, sino devolver a la sociedad parte de lo que ésta les había facilitado.

Un año después, Peter Drucker, devoto cristiano episcopal, incluía la responsabilidad pública como una de las áreas clave del management: los ejecutivos, además de cumplir su “primera responsabilidad con la sociedad” que es “operar hacia el beneficio”, tenían que “promover el bien público… [y] contribuir a la estabilidad, el fortalecimiento y la armonía sociales” (The Practiceof Management, 1954).

World Council of Churches

El WCC, que representa a 560 millones de cristianos, (no incluye a la Iglesia Católica Romana), es probablemente la organización cristiana que más activamente está hoy trabajando por la justicia social en el mundo económico.

Tiene grupos trabajando en temas tan candentes como:

I. Poverty, Wealth and Ecology: Impact of Economic Globalization. Este proceso anima a las iglesias a explorar y procurar alternativas a la globalización económica. Es un intento de juntar iglesias y socios ecuménicos del Norte y del Sur, del Este y del Oeste, para reflexionar y actuar conjuntamente en la búsqueda de caminos nuevos y creativos para usar la riqueza mundial para erradicar la pobreza.

II. AGAPE (Alternative to Economic Globalization Addressing Peoples and Earth) . Este programa se centra en temas tales como el comercio justo, la cancelación de la deuda, mercados financieros, evasión de impuestos, bienes y servicios públicos, sustento y puestos de trabajo decentes, agricultura que permita subsistir, deuda ecológica.

Desde 2002 ha celebrado reuniones tripartitas entre el WCC, IFM y WB, con el objetivo de mejorar el entendimiento mutuo en temas relacionados con los retos del desarrollo económico.

Y en Octubre de 2004 tuvo lugar una primera reunión histórica entre el Secretario General de WCC, el Presidente de WB y el número dos del IMF (Rodrigo Rato alegó que no podía asistir a la reunión de trabajo, aunque si que se hizo la histórica foto). Los objetivos del encuentro fueron:

• Explorar tanto las percepciones comunes como las diferentes en cuanto a: crecimiento económico, distribución y redistribución de los recursos, ideas de igualdad, y participación en la erradicación de la pobreza.

• Trabajar para crear un manifiesto que indique el compromiso común de las tres organizaciones para combatir la pobreza y para trabajar por la justicia social, y que marque cuales son las diferencias entre ellas así como los posibles planes de colaboración futura

Recomiendo que lean el documento: "Common Ground and Differences of Views between the Bretton Woods Institutions (World Bank and the International Monetary Fund) and the World Council of Churches"

Así mismo, es educativa la lectura del documento “Adressing Poverty, Wealth and Ecology”, elaborado como resultado de la Reunión de Jóvenes Cristianos de la WCC de Budapest, de Noviembre 2010

IX.- Como debe de actuar el profesional cristiano en el mundo de la economía

El profesional cristiano se enfrenta al mundo de la economía desde dos perspectivas, una referida al universo de su trabajo, y otra referida a su posición como ciudadano en lo que respeta a los temas económicos.

Antes de reflexionar sobre como actuar en el mundo de la economía, y de entre los distintos comentarios que he realizado esta tarde, quiero recordar tres que considero de total relevancia para la finalización de esta plenaria:

1. La presencia transformadora del Espíritu Santo está con nosotros en todas nuestras actividades, y que no hay ninguna situación en la que no podemos recurrir y esperar la ayuda de Dios.

2. De la Palabra de Dios y de nuestra reflexión en relación a ella, hemos de extraer el conjunto de principios, criterios y directrices de acción, que nos han de permitir interpretar las realidades económicas, sociales, culturales y políticas, y determinar su conformidad o inconformidad con las enseñanzas del Evangelio sobre la persona humana y su vocación terrenal y trascendente.

3. Lo más importante que hay en una organización son las personas humanas. Cualquier decisión que afecte a una persona, impacta en su vida individual, familiar y social (incluyendo la vida de iglesia).

En este sentido, recuerdo las palabras que pronunció Juan Pablo II en su discurso de Noviembre de 1982 en Barcelona:

“La empresa es, en primer lugar, una organización humana al servicio de las personas; de aquellos que están fuera de ella, como consumidores de los bienes y servicios que produce; de aquellos que forman parte de ella, como propietarios, directivos y empleados, y de los que se relacionan con ella, como clientes, proveedores, etc.

Y sólo después es una organización económica, al servicio de la eficiencia.

Por eso, “la empresa está llamada a realizar (…) una función social, que es profundamente ética: la de contribuir al perfeccionamiento del hombre, de cada hombre, sin ninguna discriminación; creando las condiciones que hacen posible un trabajo en el que, a la vez que se desarrollan sus capacidades personales, se consigue una producción eficaz y razonable de bienes y servicios”.

A.- Implicaciones en mi universo profesional

Teniendo siempre esto presente, y la realidad de nuestro mundo económico y de la empresa, pregunto ¿qué significa todo esto para mí, profesional en una empresa u organismo privado o público, que tengo un determinado poder de actuación, quizá menos que más, y ……….

a. Que estoy totalmente “inmerso” dentro de mi empresa, que ya es casi parte intrínseca de mi.

b. Que me marcan, o me auto-marco, objetivos que parece que me obligan a actuar de una determinada forma, sin margen de maniobra.

c. Que las leyes que la gobiernan, a veces o frecuentemente, se me hacen una altísima cuesta arriba……..

Ante estas cuestiones, a veces me pregunto “¿se están haciendo realidad para mi, profesional cristiano, la afirmación de San Pablo: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (1ª Corintios, 6:14)………o quizá la petición de Jesús al Padre (Juan 17:15) No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

La vida y las circunstancias en que vivimos no nos permiten estar fuera de este mundo, ni Jesús le pidió al Padre que nos quitara de este mundo, sino que nos guardara del mal.

¿Qué significa todo esto a nivel de mi vida profesional?

I.- El cristianismo al profesional no le cambia la naturaleza ni las exigencias de su profesión, sino que le añade dimensiones nuevas y muy exigentes.

Es un antídoto contra la mediocridad profesional, y es una llamada a la excelencia, no ya por motivos humanos, sino por un deber para con Dios y para con los demás hombres.

El directivo cristiano no debe conformarse con mínimos, si quiere que su vida sea el servicio del administrador al que el Evangelio elogia como “siervo bueno y fiel” (Mateo 25: 21). “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”

II.- Para el profesional cristiano no vale todo.

La lucha permanente que hay el en mundo empresarial/económico no ha de ser, por lo menos de una forma constante, una realidad en nuestra vida. Que no nos absorba totalmente ni mayoritariamente. Es decir, que no valga todo.

Mantengamos la consciencia expresa de la moralidad de todas sus acciones. Igual que se nos pide en términos económicos/empresariales tener conciencia expresa del beneficio o la pérdida que cada actuación comporta para la empresa.

Uno de los deberes más importantes que afronta la empresa es el poner a flor de piel el sentido de la moralidad de sus actos, al menos con tanta sensibilidad como tiene en su epidermis captar el beneficio económico que le aportará cada operación.

Consideremos dos ejemplos: la publicidad y la venta de productos financieros.

• La publicidad. El entorno, cada vez más competitivo, ha llevado a las empresas a buscar en la publicidad un arma competitiva que les permita diferenciarse de sus competidores, así como incrementar sus ventas y la fidelidad de sus clientes.

Y en ese contexto, se desarrollan comportamientos no éticos que de forma voluntaria o previendo las consecuencias, se causan daños o perjuicios a otras personas, instituciones o al medio ambiente.

o Se crean imágenes fantásticas muy alejadas de la realidad para que sorprendan al consumidor, o se modifican las imágenes humanas dotándolas de una perfección inalcanzable generando expectativas imposibles en los receptores de sus mensajes, o creando una insatisfacción personal y una baja autoestima.

o Se hacen campañas publicitarias manipuladoras, al estimular un consumismo innecesario y compulsivo, que convierte al individuo en un mero objeto de consumo.

o Se construye una publicidad agresiva, abusiva, sexista y de seducción, o dirigida a colectivos vulnerables como, por ejemplo, los niños.

• La venta de productos financieros. Ante la necesidad de cumplir los objetivos que se han fijado, y lograr el consiguiente bonus, (totalmente necesario para cubrir los gastos familiares), el profesional no cuenta al cliente la verdadera realidad de una hipoteca a tipo variable con un spreed especialmente bajo en los primeros dos años. El cliente, que frecuentemente confía totalmente en el “banquero” no s elee el contratp (granerror)y confiado compra este producto porque cree que sólo deberá de pagar 850 euros al mes, cuando de repente cambia el euribor y el pago mensual se coloca en 1.350 euros. Horror.

El profesional cristiano no debe hacer nada malo, aunque el resultado económico para él sea bueno.

Evidentemente se trata de una norma exigente. Pero nadie ha dicho nunca que el comportarse como profesional cristiano sea fácil

III.- La gestión de personas en el elemento central a cuidar.

En ejercicio de nuestro liderazgo en la empresa, desde la posición de poder, tengamos claro que hemos de conducir al equipo humano que está bajo nuestra responsabilidad con sentido solidario, como partícipes en el bien común de la empresa y en el bien común de la sociedad.

Del equipo humano depende el resultado económico de la actividad empresarial y, sobre todo, el desarrollo de las capacidades distintivas de la organización, de las que dependen sus resultados futuros, su capacidad de supervivencia, y su misma identidad.

Como profesional cristiano hemos de tener siempre presente tratar a todos nuestros subordinados de acuerdo con su dignidad.

➢ Procurar que tengan acceso a puestos de trabajo y a rentas adecuadas.

➢ Cuidar su desarrollo profesional y humano (en el trabajo y por medio del trabajo).

o Darles la posibilidad de que encuentren un sentido a su actividad (la empresa no puede dar sentido al trabajo, pero sí debe actuar de tal manera que las personas puedan encontrar ese sentido).

o Contar con ellos, darles iniciativa y participación.

Seamos sensibles en la promoción de personas, y busquemos realizarlo con la mayor objetividad, rechazando actuar en base al amiguismo.

Y, en la actual situación de crisis económica, tengamos un gran cuidado con la reducción de personal; no nos añadamos en el coro de los que frivolizan con ello. Colocar a una persona en el paro ha de ser la última alternativa, la realmente última alternativa. El impacto en su vida puede ser dramático

I. Hacer ERES sólo para mejorar resultados ya por si espectaculares de empresas es una actuación que va en contra de todo lo que se espera de un profesional cristiano.

II. Y cuando tengamos que gestionar un ERE, busquemos lo mejor económicamente para los afectados.

No caigamos en el comportamiento de pensar que siendo económicamente duro, como profesional, con los que salen, quedo bien ante mi jefe, y eso me favorecerá para crecer en al empresa

Tiemblo cuando oigo a dirigentes empresariales (e indirectamente apoyados por líderes políticos) hablar de pagar en un despido procedente 12 días por año trabajado.

B.- Implicaciones como persona

Como persona, independientemente del trabajo que realizo, ¿qué posición económico-social adopto ante la tremenda crisis a la que nos enfrentamos?

¿Qué actuación política para enfrentarse a la crisis apoyo?

➢ ¿La qué cree que la solución es la supremacía del mercado sobre el Estado?

➢ ¿La qué cree que las cuentas públicas se equilibran mediante la reducción de elementos fundamentales del estado del bienestar como son educación y sanidad?. Es decir, ¿la que cree que la solución a la crisis pasa por la privatización de la sanidad pública? y/o ¿a qué cree que la solución a al crisis pasa por la reducción de la enseñanza privada hasta posiciones minoritarias?

➢ ¿La que cree que las cuentas de la Administración no deben alimentarse con aumento de impuestos directos ya que ello frena la recuperación y el crecimiento, pero si con aumentos de impuestos indirectos (IVA, IBI, Plusvalía Municipal) ya que ello no afecta la recuperación?

➢ ¿Quién de facto ha de pagar el coste de la salida de la crisis?

C.- Implicaciones como iglesia

La iglesia está llamada a tener siempre una actuación profética.

1. A predicar el mensaje se salvación, que transforma a persona.

2. A trabajar para un mundo donde reine la justicia e impere la misericordia.

Espero que en este para este segundo objetivo haya la misma voluntad, unanimidad, e intensidad de esfuerzo que para el primero.

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Quisiera terminar indicando, que en mi opinión, no hay una empresa “cristiana”, en lo técnico, ni una manera cristiana de dirigir empresas. Y que no hay una “solución cristiana” para resolver técnicamente la crisis económica actual.

Pero si que hay una visión cristiana trascendente de la vida y, por tanto, también de la empresa y del mundo económico.

Y por tanto, una manera cristiana de vivir como profesional, porque el vivir como cristiano no se limita al ámbito privado.

Lo que el cristianismo añade al profesional no es la definición de su trabajo,.

Lo que añade el cristianismo al ciudadano no es conocer la forma de resolver la crisis económica.

Lo que añade el cristianismo al profesional (al ciudadano) es el sentido de su trabajo, la finalidad del mismo, en función del sentido de su vida y el modo de realizarlo: es el trabajo de un hijo de Dios

Si hay dificultades específicas para ser un profesional cristiano, no faltarán ni la gracia de Dios ni los medios para lograrlo.