Los Serafines En Las Ecrituras Y de Elena G. de White
In:
Submitted By rustystiches Words 4457 Pages 18
Introducción
“ 2Por encima de el había serafines, cada uno de los cuales tenia seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. 3 Y se decían el uno al otro: “ Santo, santo, Santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria. ” 4 Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo. ” [1]
Isaías 6, 2-4
¿Has leído ante Isaías 6? ¿ Si lo has leído te has preguntado sobre los serafines cuales aparecen ahí? Seres tan místicos que tenían seis alas, con dos se cubrían el rostro con dos se cubrían los pies y con dos volaban. Aquí se hablara sobre estos serafines de Isaías 6, luego los seres vivientes de Ezequiel 1 y 10 y después se hablara sobre los seres vivientes de Apocalipsis 4.
Este trabajo es una investigación sobre los serafines de Isaías 6. En este trabajo no pretendo dar conclusiones a lo que se va hablar aquí, pero si presento la evidencia expuesta por la Biblia y otros autores sobre cada uno de estos sujetos. No he encontrado otro trabajo donde se hable de comparar estos seres a fin de que este trabajo tratara de dar comparaciones y diferencias entres tres grupos de seres que son similares pero también son distintos a la vez. Quizás después de leer esta investigación usted mismo podrá llegar a una conclusión, pero cual sea el fin le aseguro que va a tener mucha mas información de la cual solo este versículo nos pueda decir.
I. Los Serafines en las Escrituras
1.1 El termino Serafín en el Antiguo Testamento
Primeramente el termino serafín en el diccionario académico español esta definido así;
“serafín1. (Del lat. seraphim, y este del hebreo serafĭm, nobles príncipes, ángeles alados). 1. m. Rel. Cada uno de los espíritus bienaventurados que forman el primer coro.
2.Persona de singular hermosura.”[2]
Ahora veremos lo que el Diccionario Bíblico de los Adventistas del Septimio Día nos tiene que decir sobre el termino y como lo define;
“ Serafín: En hebreo la palabra serafín es serâfîm, que significa seres ardientes ,elevados; el plural de sârâf [del verbo sâraf , "arder"], también se usa para "serpiente", "serafín", y "resplandeciente".”[3]
1.2 Interpretaciones del termino
Los serafines son seres celestiales que el profeta Isaías vio en una visión delante del trono de Dios en Isaías 6,2 y 6. Isaías describe que cada uno tenía 6 alas. Con un par de alas se cubrían al rostro, con otro los pies, y usaban el 3er par de alas para volar. Isaías oyó que los serafines cantaban: "Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria" (versículo 3). Cuando Isaías confesó su pecado, uno de los serafines tomó un carbón ardiente del altar y con él le tocó los labios del profeta para indicar de ese modo la purificación de su iniquidad (versículos 5-7).
“La Biblia no ofrece más información acerca de la identidad de estos seres. ”[4]
El adjetivo sârâf aparece como "ardientes" en Números 21:6, donde se describen las serpientes que invadieron el campamento de los israelitas en el desierto. En el versículo 8 la "serpiente" que hizo Moisés se llama sârâf, la misma palabra que en Isaías 14,29 y 30:6 se traduce por "serpiente voladora" o "que vuela".
Puesto que la raíz verbal hebreo seràfìm se refiere a algo que arde (Éxodo 32,20; Levíticos versículos 13,55; 1 Reyes 13,2), parecería que cuando la palabra se aplica a una serpiente no se refiere a su forma sino a su ardiente mordedura o a la inflamación que produce, o quizás a su brillantez. Por eso, cuando se la usa para calificar a los seres celestiales que se encuentran delante del trono de Dios, tal vez denote el resplandor que irradian. En Isaías 6 la palabra "serafín" puede estar asociada al hecho de que fue un sârâf el instrumento para administrar la purificación simbólica por medio del fuego (versículos 6, 7). Las palabras y las actividades de los serafines del capitulo 6 ponen en evidencia que se trata de seres inteligentes que honran a Dios y le sirven.
“ Si los serafines en realidad tienen 6 alas, o si éste es sólo un detalle simbólico empleado para los efectos de esta visión, es algo que no se sabe con certeza. ” [5]
3. Explicaciones de varios autores
El autor Edward J. Young nos dice que los serafines son asistentes de Dios. Estos serafines son personas, seres vivientes, porque tienen rostros, pies, manos , y emplean el habla humano y entienden conceptos morales. Tienen dos cosas en relación los serafines con las serpientes ardientes de Números 21, 6 es que eran ardientes y en Isaías 6, 30 donde el texto habla sobre unas serpientes que vuelan. El termino ardiente aquí es el mismo termino que se usa para los serafines de Isaías 6. Edward cree que los serafines solo son simple creaturas que estaban ahí en la visión y que cuando Isaías los ve inmediatamente los reconoce como asistentes de Dios.
La posición en que Isaías encuentra a los serafines es interesante porque los encuentra sobre el trono de Dios volando sobre El, así los que están sentados y los que están de pie esta claramente expresado. El hecho que los serafines están sobre Dios no significa que sean superior a el pero simplemente que están a Su disposición inmediata, esperando sus ordenes como su agentes.
Como signo de reverencia y de la gloria resplandeciente de Dios los serafines se cubrían el rostro con un par de alas. Al ver a Dios, trae humildad al observador, y cubriéndose el rostro solo es la acción apropiada cuando uno se encuentra en su presencia. Quizás no estamos equivocados en asumiendo que la gloria de Dios es tan grande como la de que uno no puede mirar directamente al sol por su resplandor asimismo uno no puede mirar directamente al que se sienta en el trono.
El hecho que los serafines se cubrían los pies con un par de alas no necesariamente implica que eran impuros, pero quizás era practicado como expresión de humildad y realización de que son indignos de su presencia. Tampoco debemos asumir que los pies aquí son mencionados como un eufemismo al sexo pero simplemente, como una parte menos noble del cuerpo. Con dos alas volaban listos para completar las ordenes y deseos de Dios.
La ocupación continua de los serafines es la del bendecido cargo de adorar a Dios. Ellos están en el trabajo de continuamente pronunciar alabanzas a Dios sin cesar . El texto Bíblico no nos dice cuantos serafines se encontraban en el trono. Quizás habían dos líneas, una a cada lado del trono, pero de esto no podemos estar seguro. Tampoco sabemos si los serafines se encontraban en grupos o en coros. Es probablemente seguro decir que su canto era antifonal, porque los serafines clamaban dialogadamente unos a los otros, como si es que se declaraban a ellos mismos que el Señor es Santo. El hecho que Isaías podía distinguir lo que entonaban es decir que clamaban en voz humana audible para el “Santo, santo, santo”, como lo usan aquí, (qadosh en hebreo), nos da a entender la totalidad de la perfección divina cual separa a Dios de Su creaciones.
Elena G. De White nos dice que el mismo Satanás fue un serafín. Que alto cargo y honor fue encomendado a Lucifer cuando estaba en el cielo. Para ser serafin y renunciar lo todo que
“ Satanás parece paralizado al contemplar la gloria y majestad de Cristo. El que en otro tiempo fuera uno de los querubines cubridores recuerda de dónde cayó. El, que fuera serafín resplandeciente, "hijo de la aurora," ¡cuán cambiado se ve, y cuán degradado! Está excluido para siempre del consejo en que antes se le honraba. Ve ahora a otro que, junto al Padre, vela su gloria. Ha visto la corona colocada sobre la cabeza de Cristo por un ángel de elevada estatura y majestuoso continente, y sabe que la posición exaltada que ocupa este ángel habría podido ser la suya.” [6]
Puede ser que como la palabra de serafín viene de sârâf hebreo del verbo "arder" y también se usa para "serpiente", "serafín", y "resplandeciente" . Hay unas conexiones interesantes que hacen algunos autores entre las serpientes venenosas de Números 21, 4, las serpientes voladoras de Isaías 14,29 y 30,6; los serafines volaban como las serpientes y la palabra serafín significa arder como las serpientes de Números 21,4 así que algunos piensan que debe haber una conexión entre los Serapis (serpiente) una secta de Egipto, aunque esta secta no fue introducida hasta el tiempo de los Ptotolomeos.
El autor Duhm piensa que los serafín originalmente tenían el cuerpo de una serpiente, pero no mira la razón de relacionando estos con las serpientes silvestres. Otros comentaristas son mas cuidadosos al decir que lo único en común aquí es el nombre. König , por ejemplo quien era una de los mejores en este campo, decía que los serafín eran seres vivientes espirituales con concepciones morales. Kimchi consideraba que los serafines eran mensajeros de fuego, tomando la raíz de serafín que significa “arder” . Otros hacen la conexión entre la palabra aramea “Sharif” cual significa “noble”.
Los que favorecen la identificación de las serpientes están de acuerdo con los pensamientos de los escritores clásicos; por ejemplo, Heródoto de Halicarnaso que menciona que hubieron serpientes santas encontradas en el templo de Júpiter en Tebas. No estoy de acuerdo con Bentzen que dice que la representación tiene conexiones con la mitología antigua. Ni tampoco estoy de acuerdo con Herntrich que sugiere que los serafines eran mitad hombre y la otra mitad serpientes, solo por el hecho que tenían alas no implica que eran mezclas de animales o otras formas.
“Inscripto en los sellos de los rollos hebraicos el siglo IX al XIII antes de Cristo, hechos de piedras semi-preciosas, solían representar creaturas con alas, como leones con alas y cabezas humanas. ” [7]
Unos comentaristas tempranos creían que solo habían dos serafines. Orígenes creyó que estos dos eran el Hijo y el Espíritu Santo, que cubrían la cara y pies del Padre en el trono. Ellos revelan el Padre, pero cubren el principio y el final de Su eternidad. Jerónimo rechazaba esto. Dreschler tomaba la posición de que habían dos filas de serafines, una a cada lado del trono. Rosenmüller divide los serafines en dos coros; el primero choro canta, después el otro y finalmente los dos juntos. Aun otros piensan que habían dos grupos de serafines.
II. Los seres vivientes de Ezequiel
2.1 Los seres vivientes de Ezequiel 1 y 10
En los primeros capítulos de Ezequiel, el mencionan que en su visión vio cuatro seres vivientes, cado uno con tenia cuatro caras y cuatro alas. Ezequiel describe que sus pies parecieran como las del ternero y brillaban como el bronce bruñido. Debajo de sus alas tenían manos humanas. De frente tenían de rostro humano, a la derecha tenían cara de león; a la izquierda, de buey; y por detrás, de águila. Con dos alas volaban, y con las otras dos se cubrían el cuerpo. Ezequiel relata que estos seres vivientes parecieran carbones encendidos, o antorchas.
2.2 Los seres vivientes de Ezequiel son querubines
En el capitulo 10 de Ezequiel el describe los mismos cuatro seres vivientes pero aquí los llama querubines (10,14-15,18-20, 22). Quizás esto es así porque Ezequiel los vio mas de cerca en el atrio interior, y los pudo relacionar con los querubines que decoraban el Templo. El hecho de que uno de los querubines es descrito como teniendo cara de toro en el capitulo1 y cara de querubín en el capitulo 10 ha causado mucha consternación. Hay dos posibles soluciones descritas aquí por el autor Alexander
“ (1) Ezequiel estaba contemplando principalmente un lado de todo el querubín trono de la gloria de Dios y se refirió a él como cara de querubín en el capítulo 10, o (2) el buey era la apariencia normal de la cara del querubín. En el oriente Medio los querubines, así como en el Antiguo Testamentó, se consideraban con frecuencia como seres angélicos con la forma básica de un animal, la cabeza de un hombre (pero con diferentes caras), y alas. ” [8]
Los querubines rodeaban el trono de Dios, Ezequiel 1, 2; Apocalipsis 4,6. Otros piensan que solo son reminiscencia de la mitología Babilónica, quizás por los monstruos mitológicos hechos de piedra con alas (qaribú) que eran guardianes sobre palacios. Otro punto de vista es que estos son figuras simbólicas y no ángeles. Esto lo pensaban algunos de los fundadores de la Iglesia. También ha sido sugerido que son una personificación de una nube de tormenta, y una espada ardiente (Génesis 3,24) de relámpago. Leupold, comentarista del libro de Génesis, cree que los querubines eran seres como los ángeles, porque en Ezequiel 1,22 los describe como seres vivientes. El también sugiere que los Israelitas recordaban como se miraban los querubines, porque cuando fueron ordenados a hacer dos querubines no necesitaron de mas descripciones.
Un vistazo mas de crezca nos da una idea de la relación y postura de estad cuatro criaturas. Estaban en posición vertical, con un de sus dos pares de alas levantados en alto y tocando las alas de los otros por encima de sus cabezas. Sólo hay un modo en que esto es posible: Aquí nos explica el autor----como el cree que es así.
“ Los querubines estuvieron organizados formando un cuadrado (no en línea recta), con el rostro humano de cada una de ella miran hacia el exterior, en dirección a cada uno de los puntos cardinales. Así que pareciera que se estaban dando la espalda, excepto porque en la espalda de cada una esta la cabeza de águila, con la cabeza de león mirando a la diestra y la del buey a la izquierda. ” [9]
Ezequiel notó que cada una de las criaturas tenia cuatro alas, pero nos cuenta muy poco de lo que hacían con ellas, excepto que con un par se tapaban el cuerpo y con el otro par de alas hacían mucho ruido al moverse (versículo 25). Tampoco nos dice que es lo que hacían (si es que hacían algo) con las manos humanas, que él vio debajo de las alas (versículo 8). De cualquier forma, en la imaginería bíblica las manos significan habilidad, capacidad, y poder.
“El profeta procura representar cada parte de la ,visión en su debida relación con las otras partes. Dos de las alas de cada ser eran derechas, es decir, se extendían hacia la expansión que estaba por encima, no necesariamente para sostenerla, como algunos han pensado. Las otras dos alas estaban reverentemente plegadas sobre el cuerpo de los seres vivientes.”[10]
“Cada uno de estos seres tenía sólo un cuerpo, pero cada cuerpo tenía cuatro caras. Las caras estaban a los cuatro lados, para que cada uno de los cuatro seres pudiera mirar hacia las cuatro direcciones al mismo tiempo.” [11]
Es muy interesante el simbolismo de las cuatro cabezas o caras- de hombre, de león, de buey y de águila. Es esencial recordar una vez mas que lo que a nosotros nos parece extraño, para Ezequiel y sus contemporáneos resultaba muy familiar y de una simbología fácilmente identificable. Ya fuera de forma individual o combinada, estas cuatro criaturas se podían encontrar en el arte religioso y los santuarios de todo el mundo antiguo, y en Israel también tenían un significado simbólico o proverbial.
El león es conocido por su fuerza y coraje (Jueces 14,18; 2 de Samuel 1,23; 17,10), y servía como símbolo de la realeza. El águila era más veloz e importante de las aves (Deuteronomio 28,49; Isaías 40, 31; Jeremías 48,40). El buey no sólo era el animal domestico mas valioso (Proverbios 14,4) si que también simbolizaba tanto la fertilidad como la divinidad (Cf. Salmo 106,19-20). El hombre, ser creado a la imagen de Dios y revestido de su majestad divina (Génesis 1,28; Salmo 8) , es el de mayor dignidad y nobleza entre todos. Pero el significado de estas cuatro criaturas excede por mucho al de la suma de las partes. Ante la ausencia de otras herramientas de la abstracción filosófica, estas imágenes representaban los atributos divinos y transcendentes de la omnipotencia y la omnisciencia. Al llevar sobre sí el trono divino, lo querubines de cuatro cabezas declaran que Yahvé tiene la fortaleza y la majestad del león, la velocidad y movilidad de águila, el poder procreador del buey y la sabiduría y la razón de la raza humana.
“Los querubines tampoco eran representaciones simbólicas personificadas con cualidades divinas porque, el texto expresa que eran seres vivientes, con personalidades actuales, cuya función era la de exaltar al Rey celestial.” [12]
III. Los seres vivientes de Apocalipsis
3.1 Los seres vivientes de Apocalipsis capítulos 4-6
En el Nuevo Testamento en el libro de Apocalipsis en los capítulos 4,5, y 6 se nos mencionan cuatro seres vivientes. Primeramente veremos la escena; aquí esta relatando la visón el apóstol Juan, vio en el cielo, que se lo llevo el Espíritu y vio un trono, y alguien sentado en el trono. En el centro del trono, habían cuatro seres vivientes. Estos seres vivientes estaban cubiertos de ojos por detrás y adelante. El primero de los seres tenían apariencia de un león. El segundo ser tenían apariencia de un buey. El tercer ser tenia apariencia de hombre en el rostro y el cuarto ser era semejante a un águila en vuelo. Cada uno de estos seres vivientes tenían seis alas y estaban cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. El texto nos dice que día y noche entonaban “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, y que ha de venir.
Una interpretación interesante de lo que significan los distintitos animales de los seres vivientes en Apocalipsis como visto por el autor Xabier Pikaza
“ La tradición cristiana les ha seguido vinculando al anuncio del Evangelio, como tetramorfo o Viviente cuadriforme ( León-Marcos, Humano Mateo, Toro-Lucas, Águila-Juan); son figura del Cristo pleno que vendrá cumpliendo lo que en ellos esta simbolizado. ” [13]
3.2 Características en comunes
Comparemos con Apocalipsis 4,8, la escena empieza igual con el hecho que el profeta es levado hacia al trono de Dios, donde los seres vivientes que Juan vio eran cuatro, igual que en Ezequiel. Estos seres se encontraban cerca del trono de Dios y estaban a su disposición inmediata de el. Ezequiel vio que los seres vivientes con dos alas se cubrían el cuerpo, mientras extendían las otras dos hacia arriba (Ezequiel 1,11). Juan dice lo mismo sobre la posición de la alas. Los cuatro seres vivientes tenían la misma apariencia. Cada uno de ellos tenía cuatro caras: de hombre, de león, de buey, y de águila (versículo 10). Las formas de esas caras corresponden con las caras que Ezequiel vio en los seres vivientes. En las dos visiones los dos profetas describen viendo los seres en un tipo de luz o fuego. Ezequiel describe que los seres estaban entre el fuego, por mientras el profeta Juan describe que los cuatro seres vivientes estaban entre el trono ardía siete antorchas de fuego.
“Al profeta se le muestran seres que nunca antes ha contemplado y a los cuales tampoco conocían sus oyentes y lectores. Debe describirlos con palabras que los hombres puedan entender. Sus sentimientos de incapacidad se reflejan en que usa frecuentemente la palabra "semejanza". Esta palabra aparece 8 veces en el cap. 1, una vez la expresión equivalente "a manera de", y una vez la palabra "aspecto". De hombre. A pesar de toda la extraña variedad de detalles que restaban aún por describir, la principal impresión era que los seres vivientes tenían forma humana. Se paraban y se movían erguidos como hombres.” [14]
Los seres vivientes representan a seres celestiales. No es imposible imaginar que entre los servidores de Dios que podría haber seres con cuatro cabezas o cuatro caras, múltiple pares de alas y la forma que Dios eligió para estos seres en esta presentación profético tenía el propósito de simbolizar a los mensajeros celestiales en su función, poder y adaptabilidad. Estos seres no realizan ninguna acción independiente. Sus movimientos están en armonía con las indicaciones del Espíritu (Ezequiel 1,20).
3.3 Diferencias esenciales
Hay bastantes similitudes entre los seres vivientes de Apocalipsis y los querubines de Ezequiel, pero también hay varias diferencias importantes. Primeramente, Cuando el profeta Ezequiel mira a los querubines en el templo describe que tenían cuatro caras y cuatro alas. En la visión de Juan los seres vivientes ya no tenían cuatro caras sino que eran cuatro seres que cada uno tenia apariencia de los cuatro animales mencionados. Los querubines de Ezequiel tenían cuatro ruedas llenas de ojos junto a ellos. En la visión de Juan estos seres vivientes no tenían ninguna rueda sino que ellos estaban llenos de ojos. En las profecías los ojos significan fuerzas inteligentes.
“Esto indica que la visión no tenía que ver con meras fuerzas físicas sino con fuerzas inteligentes.”[15]
Los querubines de Ezequiel tenían cuatro alas, y en Juan los seres vivientes disponen de seis alas. Las alas de los querubines de Ezequiel se tocaban unas a otras con un par y el otro par de alas las usaban para cubrirse los pies. En Ezequiel los querubines tenían cuatro pares de manos y en Juan los seres no son descritos teniendo ni cuatro ni seis. Podemos decir que son muy similar estos seres de los dos profetas pero que también son muy distintitos en los detalles pequeños.
IV. Análisis comparativo
4.1 Características comunes entre los tres tipos de seres
Entre estos tres grupos tipos de seres hay varias similitudes. Primeramente todos son vistos en visiones por tres profetas, cuales son Isaías, Ezequiel, y Juan . En estas visones los seres tienen diferentes nombres; serafines en Isaías, querubines en Ezequiel, y seres vivientes en Apocalipsis. Todos se encuentran alrededor del trono de Dios. Todos los tres grupos de creaturas tienen múltiple pares de alas. Todos estos seres tiene el rango mas alto posible para cualquier ser de servicio. Las visiones son muy similares entre los tres profetas en la manera en que actúan y las funciones que realizan estos seres. Los serafines de la visión de Isaías y los seres vivientes de Juan tienen seis alas. En Isaías y en Juan no aparenten tener los seres múltiple rostros solo un rostro. En Isaías y en Apocalipsis los seres son descritos como alabando a Dios. Los serafines de Isaías y los querubines de Ezequiel son mencionados que reblandecen como fuego ardiente y que ambos seres sacan fuego o carbón ardiente. Los querubines de Ezequiel y los seres vivientes de Juan mencionan formas o rostros de animales como las del hombre, buey, águila, y león. Son el mismo numero de querubines que de seres vivientes en Ezequiel que en Apocalipsis.
4.2 Elementos distintos de los serafines
Hay unos elementos distintos que se deben mencionar de los serafines que los otros dos grupos de querubines y seres no comparten. Primeramente el profeta Isaías nos describe a estos seres no teniendo ninguna semejanza con los animales de Ezequiel o Apocalipsis. Segundo los serafines son los únicos que obtuvieron un contacto con uno de los profetas, Isaías fue el único profeta al cual se le fue dado un carbón ardiente o mejor dicho que se le fue hecha una acción física directa por los seres. Estos son detalles importantes que hay que tener en mente.
Conclusion
Para concluir debemos aclarar que esto solo ha sido una investigación de lo que la Biblia pone sobre estos seres tan misterios cuales tres distintos profetas nos relatan y describen de visiones importantes cuales se les fueron dadas por Dios.
En este trabajo se han visto los tres lugares en la Biblia donde aparecen estos seres extraños que se dan a conocer por Dios. Son tan similares que uno dirá que podrían ser los mismos seres de los cuales se hablan, pero tanbien son tan distintos que a la vez uno se queda con la duda.
En mi opinión lo que encontré a lo largo de esta investigación es que no estoy totalmente convencido de que son los mismos seres de los cuales se hablan pero tampoco estoy totalmente convencido de que lo son. Es todavía un misterio, podría estar mintiendo se digo que porque se encuentran en el trono de Dios son los mismos seres pero como ya vimos las diferencias aparentan que no son los mismos seres. Algunos misterios se quedaran así hasta que nosotros mismos estemos en la Gloria del Señor para que el mismo nos de la respuesta. A fin os mi opinión que es que estos seres pueden o no pueden ser los mismos; serafines, querubines, y seres vivientes.
BIBLIOGRÁFIA
BANDERA, Armando. La Profecía del Apocalipsis. Salamanca: Calatrava, 1999, 386 páginas.
COMMENTARIO BIBLICO ADVENTISTA DEL 7º DÍA. Madrid: Interamericanas, 1960. CD-ROM.
DICCIONARIO BIBLICO ADVENTISTA DEL 7º DÍA. Madrid: Interamericanas, 1979. CD-ROM.
MAXWELL, Mervyn C. Dios revela el futuro. Canadá: Pacific, 1989, 565 páginas.
PIKAZA, Xabier. Apocalipsis. Navarra. Verbo Divino: 2001, 315 páginas.
