Recientemente se ha hablado con mucha frecuencia de la corrupción que existe no solo en el fútbol mexicano, sino en todo el deporte mexicano en general.
Cuando hablamos de fútbol mexicano lo primero que se viene a nuestra mente seguramente es "El Tri", o el estadio azteca; pero esto no es lo único importante relacionado al tema como piensan la mayoría de las personas, el fútbol se ha convertido gradualmente en más que un deporte, un negocio.
Desafortunadamente esto implica los intereses de tanto televisoras como empresarios privados que poco a poco se entrometen más; como es el caso de Carlos Slim quien recientemente se hizo miembro del grupo Pachuca, y comprando parte del club León.
En el pasado torneo, en el que los Xolos de Tijuana se coronaron, se cuestionó en demasía la validez de este, ya que el dueño del club es Hank Ron, el también dueño de la casa de apuestas "Caliente". Al ser un equipo recientemente ascendido, las probabilidades de que consiguieran el campeonato eran casi nulas, pero gracias a la importante inversión que Hank realizo en el club para traer refuerzos, el sueño se hizo realidad.
Uno de los asuntos más polémicos del torneo fue el regreso tanto de Hugo Sánchez como de Ricardo Lavolpe, a quienes la FMF se hizo cargo de que no sólo se enfrentaran en la primera jornada, pero también en los dos enfrentamientos correspondientes a la copa MX, se habla de como los intereses y el rating volarían debido al "odio" que había entre los dos técnicos, ahí es donde empieza todo, tan pequeño como eso.
Hablando ahora de el fútbol a un nivel inferior, ocurre lo mismo, se le da la oportunidad del debutar en un equipo no a los mejores, sino a los mejor colocados económica y socialmente. Esta es la principal razón por la cual el fútbol mexicano a nivel internacional no está ni cerca a lo que presentan potencias como España o Alemania, quienes tienen un proceso de apoyo a los jóvenes muy importante, para que con esa continuidad les sea más fácil llegar con más posibilidades al nivel profesional.