Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), tiene su origen en la CSCE (Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa), celebrada en Helsinki en 1975, y está conformada actualmente por 56 Estados participantes, todos ellos son países de Europa (incluyendo la Federación Rusa y todos los países de la Unión Europea), Asia Central y América del Norte (Canadá y Estados Unidos). Está reconocida como organismo regional conforme al Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas. La Presidencia en Ejercicio, ejercida en 2011 por Lituania y en 2012 por Irlanda, lo es actualmente para todo el año 2013 por Ucrania. España ostentó la Presidencia en Ejercicio en 2007.
Las instituciones de la OSCE son: * la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno (cuya periodicidad es discrecional); * el Consejo Ministerial (que reúne una vez al año a los Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados participantes en el país que ostente la Presidencia en Ejercicio); * el Consejo Permanente (que reúne semanalmente a los Embajadores Representantes Permanentes de los Estados participantes en Viena y es el principal órgano decisorio y de consulta política de la OSCE); * la Asamblea Parlamentaria (integrada por más de 300 parlamentarios de todos los Estados participantes de la OSCE, y cuyo principal período anual de sesiones tiene lugar en el mes de julio); * el Foro de Cooperación en materia de Seguridad (que se ocupa del control de armamentos y de las medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad); * La Presidencia de la OSCE, ejercida anualmente por un país miembro. Actualmente, es ejercida por Audronius Ažubalis (2011), lituano. De la cual dependen directamente: * el Representante Especial de la Presidencia en Ejercicio para la Lucha contra la Trata de Personas (Tráfico de Seres Humanos); * el Representante Personal para el Conflicto relacionado con la Conferencia de Minsk; * el Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación; * el Alto Comisionado para las Minorías Nacionales; y * la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos. * el Secretario General de la OSCE (cargo que actualmente ejerce el diplomático italiano, Lamberto Zannier (2011)). Del Secretariado dependen las siguientes unidades: Unidad de Acción contra el Terrorismo (UAT); el Centro de Prevención de Conflictos (CPC); Cooperación Exterior; Oficina del Coordinador para las Actividades Económicas y Medioambientales de la OSCE; Unidad para Asuntos Estratégicos de Policía; y una Sección de Formación.
Asimismo, hay que tener en cuenta que los Estados participantes pueden acudir a la Corte de Conciliación y Arbitraje de la OSCE.
La OSCE desarrolla sus actividades y adopta sus decisiones por la regla del consenso. Sus obligaciones y compromisos son de carácter político. Ambos rasgos confieren a esta Organización su carácter específico, al tratarse de la Organización de carácter regional más importante después de las Naciones Unidas. Sus relaciones con las otras organizaciones e instituciones internacionales se desarrollan sobre la base del espíritu de cooperación y coordinación tratando de no duplicar los cometidos respectivos. Las organizaciones con las que la OSCE mantiene relaciones de cooperación son, principalmente, la ONU y sus organismos vinculados, la Unión Europea, la OTAN, la CEI, y el Consejo de Europa.
Por otro lado, dentro de la OSCE se encuadran los países Socios para la Cooperación (Afganistán, Japón, República de Corea y Tailandia), así como los Socios Mediterráneos para la Cooperación (Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Marruecos y Túnez).
La OSCE se ocupa de una red de misiones sobre el terreno, repartidas por su espacio geográfico, que tienen como misión facilitar la resolución de los conflictos existentes o pendientes de solución en los que se ven implicados algunos Estados participantes. Las misiones de la OSCE se reparten dentro del Sudeste de Europa (Kosovo, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Serbia, Albania y la antigua República Yugoslava de Macedonia); Europa de Este (Moldavia, Bielorrusia, Ucrania); Cáucaso (Georgia, Azerbaiyán, Armenia); y Asia Central (Kazajistán, Turkmenistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán).
Los debates y las deliberaciones destinadas a la adopción de decisiones tienen por objeto mejorar, crear y hacer un seguimiento del acervo político de la OSCE en sus tres dimensiones: dimensión político-militar; dimensión humana; y dimensión económica y medioambiental. Estas tres dimensiones responden al enfoque amplio que la OSCE otorga a la seguridad, definiéndose como instrumento primario de alerta temprana, prevención de conflictos, gestión de crisis y rehabilitación posconflicto en su zona. Asimismo, los 56 estados participantes gozan de igual rango sobre la base de un enfoque cooperativo en el desarrollo de sus funciones como organización regional para la seguridad y la cooperación en todo su espacio geográfico.
Política exterior y de seguridad común de la Unión Europea La política exterior y de seguridad común (PESC) es una de las dos plataformas o medios de actuación en que se estructura la acción exterior (AE) de la Unión Europea. Se trata de un ámbito específico de acción que se encuentra sometido a reglas de funcionamiento asimismo específicas,diferentes a las que rigen el resto de políticas comunitarias, incluidas las que tienen vocación exterior (ayuda al desarrollo y cooperación, política comercial común, etc...), y que se enmarcan en una filosofía política más cercana al intergubernamentalismo que al llamado método comunitario (en ocasiones llamado "federal"). La política exterior y de seguridad común abarca potencialmente todos los ámbitos de la política exterior y de las relaciones internacionales (se exceptúan los específicamente sujetos a otras políticas comunes), así como todas las relativas a la seguridad de la Unión, incluida una política común de seguridad y defensa (PCSD) que podrá conducir a una defensa común. La política exterior y de seguridad común está dirigida por el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, cargo en la actualidad detentado por la socialista británica Catherine Ashton. Si bien la Política Exterior y de Seguridad Común, como tal, nació con la entrada en vigor del Tratado de Maastricht en 1993, sus antecedentes más cercanos hay que buscarlos en la etapa política inmediatamente anterior, la que inauguró el Acta Única Europea con la creación, en 1987, de la entonces llamada "Cooperación Política Europea" (CPE), un pionero pero todavía precario mecanismo, estrictamente intergubernamental, de consulta mutua entre los Estados miembros en el seno del Consejo. Aunque esta política embrionaria no disponía tan siquiera de una estructura administrativa propia, ni era siempre respetada ni, por supuesto, estaba sujeta a control judicial alguno, fue el único paso posible en una Europa todavía cohibida por las líneas rojas que desplegaba la primera ministra británica, la muy euroescéptica Margaret Thatcher. Por el momento la PESC ha experimentado un desarrollo desigual en función de las áreas geográficas y de los distintos momentos políticos. La regla de la unanimidad que rige para las decisiones más relevantes hace muy difícil alcanzar acuerdos de peso en las materias más sensibles o que más divisiones de enfoque conllevan. Así, asuntos de la máxima importancia global, como son las guerras de Afganistán o de Irak, continúan hoy en día vedadas a la acción común europea por razón de la distancia que enfrenta las distintas perspectivas y sensibilidades nacionales al respecto. No obstante se han producido avances que, aunque a veces lentos y generalmente llevados discretamente, no dejan de resultar muy significativos políticamente; así, cada vez son más frecuentes los comunicados, posiciones e incluso acciones comunes que la Unión adopta en relación con los acontecimientos mundiales más acuciantes, y la coordinación, o cuando menos el sondeo mutuo de las actuaciones nacionales en política exterior se han venido convirtiendo en una práctica habitual, creando un ambiente de cooperación multilateral creciente entre los Estados de Europa en sus posicionamientos políticos, aún cuando la Unión como tal no consiga adoptar una política propia. Por otra parte, existen determinadas áreas de influencia en las que un esfuerzo particularmente intenso, y en ocasiones el empeño personal del Alto Representante anterior, Javier Solana, por parte de los Estados miembros y de las instancias europeas, han propiciado la creación y el desarrollo de una verdadera política exterior común europea, en ocasiones sobre zonas de conflicto de indudable relevancia y complejidad. Éste ha sido el caso de la política europea en el Cercano Oriente, donde la Unión ha adoptado una auténtica posición propia y común a todos sus Estados. Esta coordinación dio sus frutos con especial apreciación cuando la Unión Europea fue incluida como uno más de los cuatro miembros del llamado "Cuarteto para la Paz" en Oriente Próximo, junto con Estados Unidos, Rusia y las Naciones Unidas. Parecida unidad política en las reacciones nacionales y comunitaria, en el seno de la PESC, se ha producido en situaciones de crisis como la que estalló en Myanmar (antigua Birmania) en 2008, o la que se prolonga todavía en Irán con motivo del llamado Movimiento Verde y del programa nuclear iraní, donde Estados Unidos y otros países aliados delegaron en la Unión Europea y su Alto Representante la llevanza y el seguimiento de las negociaciones con la República Islámica.