Cantos xenófobos en el fútbol
Desde los comienzos del fútbol es costumbre que el hincha, fanático o simpatizante de un club, agreda a los jugadores del equipo rival, a la hinchada o bien a los jugadores del mismo club. Pablo Alabarces en su libro Cuestión de Pelotas sostiene que "(el fútbol) es el mayor fenómeno de la comunicación de masas en el mundo" y "una de las prácticas de identificación más fuerte de los sectores populares en la mayoría de los países de Latinoamérica". Pero hoy en día, esto ha llegado a un punto máximo, donde el hincha hace cantos xenófobos hacia el otro equipo. El hincha argentino, hace cantos xenófobos relacionados con las personas de nacionalidad boliviana y paraguaya. En Europa a los jugadores de tés negra, por sus religiones y partidos políticos, debido a esto es que el Consejo Superior de Deportes de la mano de Jaime Lissaveztky dio forma a la Ley contra la violencia y la Xenofobia en el deporte aprobada en julio de 2007. El problema es que no se aplica, al menos tal y como dice la letra. La citada ley permite al árbitro suspender cualquier tipo de acontecimiento deportivo en los que se produzcan gritos racistas o que atenten contra el honor de los deportistas. Se contempla, incluso, penas que van desde los 150 euros a los 600.000 o incluso la cárcel. Además, claro está, de la prohibición de la asistencia a cualquier recinto deportivo. Lo que ocurre es que si no hay denuncia no hay posibilidad de castigo. Uno de los casos que se conoce es el del club Real Madrid de España que decidió expulsar a 17 socios por entonar cánticos que se consideran insultantes y que, cuando entre en vigor la normativa, podrían suponer una denuncia ante la Comisión Antiviolencia.
La mayor sanción puesta a un club por motivos de actos racistas fue para el Zenit de Rusia. Se le impulsó una multa de 44 mil euros en 2008 por imitar sonidos de monos y lanzar bananas al campo para tratar de intimidar a los jugadores del Olympique de Marsella. Además es recordada la multa por 19 mil dólares a un aficionado que le ofreció un plátano a Roberto Carlos, además de prohibirle la entrada de por vida al estadio.
Durante un partido de la liga ucraniana, dos paquistaníes fueron agredidos por hoohligans que compartían afición por el mismo equipo por tener el color de piel diferente al resto, "Estábamos apoyando al equipo local, nos encerraron por ambos lados y no podíamos salir, y la policía no nos ayudó en lo absoluto, es horroroso"
En octubre del 2012 en un partido sostenido con el Apoel de Tel Aviv, fue desplegado un mosaico humano con la frase "Yihad Legia", fue así un comportamiento antisemita más por parte de los polacos mostrando así su odio a los judíos y adoptando un comportamiento a favor del Islam.
Los peores hechos cometidos por seguidores del Linfield asociados a la iglesia protestante y señalados como una agresión sectaria se dieron contra el equipo de Derry city, equipo que pertenece a la comunidad republicana y católica. Durante el partido un periodista del Derry Journal compartió que los aficionados cantaron a manera de provocación contra el papa, la iglesia católica y la reina inglesa por lo menos 40 veces.
La Vecchia Signora (Juventus de Italia) ha sido multada hasta en tres ocasiones a lo largo de las dos últimas temporadas gracias al comportamiento racista de su hinchada, con costos económicos de hasta 20 mil euros. Balotelli fue uno de sus principales blancos. De acuerdo con un comunicado de la FIFA, tres cuartas partes del estadio emitieron cánticos racistas en contra del jugador afro-italiano, lo cual le costó jugar el siguiente partido puerta cerrada.
Innumerables son los casos de intolerancia racial por parte de la afición romana. Son 90 mil euros repartidos en cuatro sanciones en este último año. Sin ir tan lejos, tras el partido de ida contra el Tottenham en Londres se multó con 40 mil euros a los italianos por insultos racistas a tres jugadores del equipo inglés.
Han causado un sin fin de disturbios, uno de los peores eventos se dio en 2009 con los fanáticos del FC Timisoara, donde incluso provocaron con saludos nazis a la policía rumana, desatándose una batalla entre ambos. Los BBB suelen mostrar banderas nazis y entonar cánticos racistas contra jugadores de piel morena.
En Septiembre del 2012 el Levski de Sofía fue multado con 39 mil dólares por la UEFA debido al comportamiento racista de sus aficionados durante el partido sostenido contra el FK Sarajevo. El público mostró una pancarta en imagen, donde se insultaban a los jugadores del Sarajevo, elogiando a los líderes serbo-bosnios Mladick y Raznatovik, ambos acusados de crímenes contra la humanidad por la guerra de Yugoslavia en los noventa.
Un caso aún más cercano es el del Club Atlético River Plate, que por hacer cantos xenófobos en un partido de copa Sudamericana, el Tribunal de Disciplina de la Conmebol lo sancionó con una multa de 30 mil dólares y la prohibición de venta de entradas a sus hinchas para los próximos tres partidos que el club disputara como visitante en competiciones oficiales organizadas por la Conmebol.
La ley antirracista establecida por la FIFA y los organismos que la componen, establece que la violación de la igualdad de los ciudadanos, independientemente de su raza, origen nacional o creencias religiosas así como los actos intencionales dirigidos a incitar a la enemistad nacional, racial o religiosa o el odio, la humillación del honor y la dignidad nacional o insultos a los sentimientos de los ciudadanos en relación con sus creencias religiosas así como la restricción directa o indirecta de los derechos o el establecimiento directo o indirecto para los ciudadanos en función de su raza, color, creencias políticas, religiosas o de otros tipos, sexo, origen étnico o social, posición económica, lugar de descendencia o características lingüísticas, son actos de racismo que deben ser castigados.
En cuanto al fútbol de Pergamino, ya hace mucho tiempo que se implementaron estos tipos de cantos de parte de los simpatizantes de los clubes, pero nadie le está dando importancia y es algo sumamente importante donde se debería prestar más atención y hacer más hincapié. Uno de los casos más recientes es en el partido entre Progresista Guerrico y José Hernández donde la parcialidad local realizó cantos xenófobos hacia un jugador de la “naranja mecánica” (José Hernández). El futbolista, cansado de la situación, se acercó al árbitro y le manifestó que si los cantos continuaban se retiraría del campo de juego. El réferi paró el partido, la hinchada local detuvo su accionar y el jugador siguió en la cancha hasta la finalización del encuentro
Los emergentes de la voz colectiva de las tribunas se vinculan con contenidos ideológicos que se encuentran presentes en nuestra sociedad como el racismo, el machismo, la xenofobia, la insolidaridad, el sadismo, el culto al poder. Estas posturas que en otros ámbitos no podrían expresarse sin enfrentar la crítica y el repudio, encuentran en los cantos de cancha alguna forma de legitimación que les permite salir a superficie. Hay básicamente dos cuestiones que pretenden explicar la distancia entre el sujeto y su enunciado: una tiene que ver con la dilución del enunciador individual en una enunciación colectiva de la que la primera persona no se hace cargo estrictamente, determinando una situación en la que los mecanismos de control son más laxos. Es frecuente oír decir "yo no soy racista", "yo no soy xenófobo" a alguien que sin embargo no tiene empacho en corear un canto que se refiere a la hinchada del equipo contrario con palabras tales como "son todos negros putos de Bolivia y Paraguay".
La segunda es la carga situacional, es decir, el contexto de producción discursiva: una situación que se define como una guerra pasional entre dos bandos, donde "todo vale", porque estaría justificado por lo pasional, y donde a nivel verbal, pero a veces también en enfrentamientos concretos con heridos y a veces muertos, se descargan pulsiones de destrucción y violencia.
Las palabras que mayormente se implementan para crear cantos xenófobos son negro, puto, boliviano, paraguayo, maricón, etc. Cada una de estas tiene un significado en particular, pero lo que realmente preocupa, es que los ejecutan sin el cargo de conciencia que deben llevar. La palabra “puto” se denomina a la persona del sexo masculino que ejerce la prostitución con otro varón. Esto se ve bien reflejado en la liga de fútbol de México donde la hinchada cuando está a punto de sacar del arco el arquero, le grita “puto” con el motivo de que le erre a la pelota o ponerlo en una situación vulnerable para que se equivoque. La intención es afectar anímicamente al arquero, en un momento clave, con un adjetivo humillante. Gritar “prostituto” al arquero adversario es coherente con la intención de vulnerar su seguridad, disminuir públicamente su masculinidad, hacerlo dudar de sí mismo frente a la hombría de su contrincante. La palabra “puto”, puesta en este contexto, reproduce una metáfora fálica cargada de sexualidad denigrante entre varones.
Encuesta a 50 personas tomadas al azar en una cancha de fútbol.
¿A qué comunidades van dirigidos los cantos xenófobos en Argentina?
¿Cuáles son los más comunes?
¿Cuál es el objetivo con dichos cantos?
Desde este punto de vista, el análisis de los cantos de las tribunas nos está mostrando algunas de las configuraciones ideológicas que circulan en la sociedad argentina y en el resto del mundo. Pensándolo en estos términos, es bastante alarmante constatar que en el contenido de estos cantos priman la violencia, la intolerancia, el machismo, la omnipotencia.
