Camilo Rojas Puertas
Psicoanálisis y problemáticas del sujeto
Universidad Nacional de Colombia Mayo de 2016
Bogotá

“Clínica psicoanalítica de las toxicomanías”
Artículo de Torossia Djambolakdjian, Clínica psicoanalítica de las toxicomanías. El jardín de Freud No.7
Y esto es lo nuevo para mí en este artículo. Voy a mostrarlo y a señalarle lo que ya sabía de lo que aquí dice:
El texto busca a partir de un análisis clínico resolver ciertas preguntas con respecto a las toxicomanías y todo el contexto que estas preceden, en primera instancia; definir las toxicomanías resulta clave para abordar el tema de una manera eficaz.

Los estudios clínicos son el primer paso para examinar los experimentos realizados para valorar la eficacia y seguridad de los fármacos. Los estudios clínicos bien concebidos y desarrollados proporcionan la evidencia científica que constituye la base de la mayor parte de las decisiones terapéuticas. Esta evidencia se complementa con los estudios de observación, en particular para evaluar los efectos adversos que escapan a la detección en los estudios clínicos creados para determinar la eficacia y que no ocurren con suficiente frecuencia o rapidez.

La toxicomanía es un proceso complejo, en el que se origina dependencia física y psicológica de una sustancia. La adicción está relacionada no solo con el tipo de droga sino también con otros factores, como características individuales, circunstancias personales, sociales y de la frecuencia de uso. Aunque esta es la definición técnica y ya conocida de las toxicomanías, la autora lo toma desde otra perspectiva según la cual las toxicomanías son un síntoma social. Adicional a esto también implica que no es necesario que un gran número de individuos sea alcanzado por algo para que eso se transforme en un síntoma social, se puede hablar de síntoma social a partir del momento en que la toxicomanía está de cierta manera inscrita en las entrelíneas, de forma no explícita, no articulada, en el discurso dominante de una sociedad en una época dada

Para entender las toxicomanías es necesario comprender que estas son producto de la saociedad contemporannea, en la cual el consumo acelerado y la búsqueda del crecimiento continuo traen consigo unas políticas de consumo constante que van sujetas a cada individuo que sea participe de las políticas sociales y de mercado de su niche social.

Ahora bien, cuando el sujeto no es capaz de seguir el flujo constante de cambios al cual esta sometido es cuando se empiezan a generar puntos de quiebre en red estructural, es decir se queda estancado, el no avanzar en la red trae consigo toda una serie de problemas, desde el ámbito familiar hasta el laboral, uno a uno estos van
Cayendo, como si de un efecto domino se tratara, aquí es cuando las toxicomanías entran a desempeñar un papel importante en la supervivencia del sujeto, “o consumo o me mato”, si bien el sujeto es consiente del daño que le causan estas a su organismo, también es consciente que estas son la compañía que le permite salir a flote o tal vez ignorar las circunstancias presentes.

Esto es a lo que la autora llama Pharmakon1

En el texto “Toxicomanías y Psicoanálisis. Las narcosis del deseo”, Poulichet sostiene la hipótesis que la operatoria de Pharmakon, a diferencia de un uso o consumo simple de sustancias, constituye una operación de supresión tóxica del dolor de carácter económico, transitorio, precario que atraviesa las diversas estructuras clínicas, mediante montajes adictivos que recibirán las denominaciones de suplemento y suplencia.

Es fármacos actúan como un anestésico, pero que pasa cuando este analgésico como cualquier otro falla, es decir cuando la operación Pharmakon falla, es aquí cuando los pacientes buscan un tratamiento externo, es decir buscan a quien les proporcione un cambio de analgésico o a quien les permita superar su falta.

Nuevos fármacos son consumidos esta vez buscando completar la falta provocada por aquello que alguna vez completaba la falta, es decir, mediante un nuevo tratamiento se busca que el paciente entre por un proceso de abstinencia con la intención de quebrar el circulo toxico generado por las drogas. Es aquí cuando el analista tiene que intervenir pero sin entrar en un estado de competencia con los fármacos; dado que al hacerlo el paciente entraría a un segundo plano, el analista debe crear nuevas significaciones y re significaciones que le permitan al paciente buscar una salida no toxica.

El no competir con la droga implica que entonces el analista puede analizar las recaídas del sujeto además de brindar un acompañamiento en el proceso, para esto es fundamental que se cree una relación de confianza entre los 2 sujetos puesto que como explica la autora, para un paciente es imposible seguir a alguien en quien no cree
¿Lo logre?