Un mundo mejor
Como jóvenes, somos el futuro de nuestra sociedad y desempeñamos un papel muy importante; tenemos que ser muy responsables y hacer las cosas correctamente para poder llegar al lugar que tanto hemos deseado. El ser ciudadano implica que somos partícipes de lo que sucede con el medio ambiente, y que debemos preocuparnos por el bienestar de nuestro prójimo y de los demás y no solamente debemos preocuparnos como ciudadanos, sino también como seres humanos. Hoy en día vivimos en un mundo con guerras, enfermedades, lleno de pobreza, hambre y contaminación.
Un gran error que cometemos la mayoría y que se debería cambiar es que estamos acostumbrados a no preocuparnos por lo que pasa en nuestro alrededor y sólo preocuparnos por nosotros mismos, deberíamos ser más empáticos hacia con el resto para poder vivir en comunidad.
Con respecto a la contaminación, es un tema que lleva años y que no se ha podido controlar; contaminación industrial, tala indiscriminada de árboles, son algunos de los problemas que nos ha traído grandes consecuencias como la destrucción de nuestra capa de ozono. Se debería tomar consciencia con respecto a éste tema ya que la naturaleza nos está pidiendo a gritos que paremos, que ya dejemos de lastimarla, ya que para cuando se quiera hacer algo para remediar todo el daño causado, ya será demasiado tarde. Pero para poder cambiar al resto, primero debemos empezar el cambio por nosotros primero, y no es tan difícil, ya que algunas de las cosas que podemos hacer es reciclar la basura, no usar productos contaminantes, no desperdiciar el agua, no lanzar basura a la calle. Debemos pensar que al lanzar basura no estamos sólo destruyendo nuestro planeta, sino nuestras propias vidas.
El hambre también es un gran problema, hay millones de personas que mueren a causa de esto, según las Naciones Unidas, uno de cada ocho personas sufren de hambre crónica y la posibilidad de reducir a la mitad el número de personas hambrientas, es inalcanzable en este momento. Vemos por las noticias como personas al otro extremo del mundo mueren y sentimos la impotencia al no poder hacer nada al respecto ya que, aunque no pasemos necesidades, tampoco contamos con los suficientes ingresos para poder ayudar en algo a esas personas. Pero sin embargo hay celebridades que aportan con mucho para tratar de hacer de las vidas de esas personas, un poco más llevadera; eso que hacen esas personas es de admirar ya que aunque no tienen la obligación de hacerlo, lo hacen; eso ya depende de la bondad de las personas, no hay nada mejor como ayudar al que más lo necesita. Generalmente nos preocupamos cuando el problema le ocurre a alguien cercano, pero si el necesitado es un desconocido, ni siquiera le prestamos atención; eso debería cambiar. La pobreza y la desigualdad es uno de sus factores, ya que al no contar con el dinero suficiente, no pueden adquirir los alimentos correspondientes. Una aproximación que proporciona Gapminder Development Trends se puede ver que el 20% de la población más rica posee el 74% de los ingresos del mundo y el 20% más pobre tiene solamente el 2% de los ingresos. Con respecto a la línea de pobreza (menos de 1 dólar diario), la información disponible en el año 2.000 señalaba que el 19% de la población del mundo se encontraba por debajo de este umbral. Podemos ir un poco más allá y veremos que estos datos divergen por regiones y, en África, por ejemplo, el 66% de la población vive con menos de 1 dólar al día. Son cifras realmente desgarradoras y que nos hacen ver lo privilegiados que somos al tener lo que tenemos.
Creo que todos tenemos un fin en éste mundo, llegamos para cumplir un objetivo; nuestra meta no necesariamente tiene que ser que debemos ser inventores o descubridores, sino tratar de contribuir un poco con el mundo, ya sea en lo ambiental, como en lo social; debemos dejar de preocuparnos sólo por nosotros y pensar un poco en los demás, ya que nunca sabremos cuando seremos nosotros los necesitados; siempre recibiremos en ésta vida, lo que hemos dado. Debemos aprender a convivir en sociedad, para poder vivir en armonía. El cambio está en nuestras manos.