Mi primer apartamento

Angélica –
Con un niño pequeño, mi marido y yo requieren mucho espacio, pero no tenemos el dinero para una casa. Nuestro primer apartamento está en la ciudad cerca de la universidad donde estoy terminando mi Masters. Cuando tu entras el apartamento, hay un pasillo cinco metros de largo y luego de un gran salón. El salón tiene una ventana que ocupa la pared entero y da a la cuidad. Es magnifico, y por la mañana, el sol brilla y alumbra toda la habitación. A la izquierda es la cocina. La cocina es la cocina de mis sueños. Los aparatos son nuevos y energéticamente eficientes. El color de los armarios es marrón de cereza, que le da un ambiente cálido y acogedor. También a la izquierda es el comedor. No es especial, pero ocho - diez personas pueden sentarse a la mesa con comodidad. A la derecha del salón es un pasillo que conduce a los dos dormitorios y el baño. Hay cuatro armarios a la izquierda del pasillo. A la derecha son los dormitorios. El primer es el dormitorio de mi hijo. Las paredes son de color azul con los pósters de superhéroes diferentes. Hay juguetes por todas partes, y normalmente se puede escuchar a mi hijo riendo y hablando consigo mismo. La habitación de al lado en el pasillo es nuestro dormitorio. Hay una cama extragrande con un colchón de pluma que se siente como usted está durmiendo en una nube. Las paredes son de un color lavanda, y se puede oler la colonia de mi marido. Por último, al final del pasillo es el baño. Nuestro apartamento ofrece una sensación de confort y se siente como en casa.

Carlos –
Mi experiencia con un apartamento era todo lo contrario. En el primer día, cuando se abrió la puerta, había un olor acre que era una combinación de moho y la basura. El suelo parecía que no había sido lavado durante varios años, y era muy pegajosa. La puerta del apartamento abierta en el salón, y la cocina era más allá de eso, sin separación entre las dos habitaciones. El grifo de la cocina goteaba constantemente y la nevera hizo un zumbido insalubre. El microondas y el horno se hicieron en la década de 1950. La puerta de balcón estaba en la cocina, y la pantalla en la puerta había varias roturas y desgarros. La pantalla también estaba cubierta de una gruesa capa de suciedad. A la derecha del salón y la cocina era el dormitorio y el baño. El aseo tenía una mancha negra gruesa en ella, y las manchas por todo el piso. La ducha tenía moho entre los azulejos, y el baño olía a alcantarilla. Dos de los cuatros bombillas estaban quemadas, y el grifo del lavabo estaba cubierto de calcio blanco. La habitación tenía un armario extra grande, pero había un polvo amarillo inusual en las estanterías y perchero. Había bolas de polvo y el pelo, el tamaño de un ratón pequeño, debajo del calentador. Todos los rincones del techo había una familia de arañas que viven en las telarañas. Contraté a limpiadores profesionales que fueron muy productivos y útiles, y que fueron capaces de hacer que la vivienda habitable.Did you mean: the floor looks like it hadn't been washed in many years
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Mi primer accidente de coche

Paula –
Mi primero accidente de coche ocurrió el pasado invierno. El cielo estaba despejado por la mañana, pero por la hora del almuerzo, el tiempo se convirtió en traidor. La nieve estaba húmeda y fangosa. Los caminos estaban resbaladizos y cubiertos de hielo. Era como conducir en una pared blanca porque la nieve era tan pesada. El tramo de carretera se produjo el accidente es de muy revirado y hay muchas curvas cerradas y peligrosas, con curvas ciegas. Va de una esquina, había un trozo de hielo negro que salió de la nada. De repente perdí todo el control del vehículo, y se sentía impotente como se deslizó en el camino de un SUV de gran tamaño. El único sonido era el crujido de metal. Me olía a humo, y a pesar del dolor insoportable que estaba en, me sacó las piernas fuera del espacio de la pequeña y salió del vehículo. Había tan poco espacio que tenía que dejar mis botas detrás. Me sentía como si estuviera siendo apuñalada repetidamente. Sin embargo, mi preocupación era escapar de los coches cuando fueron incendiados. El fuego iluminó el cielo y brillaban de color rojo y naranja, y fue muy picante debido a la gasolina en los dos coches. De repente se oyó un ruido ensordecedor como el motor de mi vehículo explotó. Al final, los coches fueron reducidos a una estructura de acero desnudo y negro cenizas. A pesar de algunos huesos rotos, tengo la suerte de haber sobrevivido a una experiencia desgarradora.

Maria –
Mi primer accidente ocurrió un par de meses después de recibir mi licencia. Era un caluroso día de verano, con la humedad tan alta que se sentía como estar en una piscina, sin sentirse descansado. Los caminos estaban humeantes, y el sol era tan brillante que era en realidad, a veces cegadora. Sentado en un semáforo, comencé a escuchar un ruido fuerte chirrido, al igual que las uñas se raspa en una pizarra. Esto fue seguido por el sonido del metal que se han procesado y aplastado. Un camión de transporte gigante había chocado con los coches detrás de mí. Por suerte había suficientes vehículos en el medio que el impacto fue mínimo y mi parachoques sólo tenía un par de abolladuras menores. Sin embargo, la bolsa de aire desplegado todavía, y se sentía como recibir un puñetazo en el estómago. Los coches detrás no fueron tan afortunados, ya que algunos estaban gravemente dañados o destruidos. El primer coche estaba arrugado como un acordeón. El olor a goma quemada y los frenos llenó el aire, y después de un breve momento de silencio, los gritos y el pánico se podía oír. Poco después, las sirenas de los vehículos de emergencia llenaban el aire. Afortunadamente nadie resultó herido de gravedad, y es una experiencia aterradora y peligrosa que nadie debería tener que soportar.