En esta famosa tragedia creada por Sófocles y enfocándonos en los personajes de Antígona y su hermana Ismene podemos ver claramente dos personalidades totalmente diferentes. Estas personalidades pueden ser comparadas con el azúcar y la sal que aunque su propósito es sazonar su sabor es diferente. El personaje que tiene Antígona es de una mujer con un espíritu libre, una mujer desafiante, mientras Ismene es la típica mujer de tiempos pasados que reconoce sus limitaciones en una sociedad dominada por los hombres. En la tragedia griega "Antígona" de Sófocles, Antígona se entera que el rey Creonte se ha negado a dar un entierro digno para los muertos a Polinices, hermano de Ismene y Antígona. El rey Creonte toma esta decisión ya que Polinices había traicionado a la nación. Antígona enfurecida por esta injusticia, le da la trágica noticia a su hermana Ismene. Al saber Ismene las intenciones de Antígona su primera respuesta fue un No. Como podemos ver sus palabras son signos de debilidad y falta de valentía. Independientemente de cómo Ismene había reaccionado en el comienzo de la historia, ella sentía que debía hacer algo. Ismene actuaba de esa manera porque sabía que no podía hacer nada más. Antígona sabía que el desobedecer las órdenes de Creonte no era la opción más inteligente. Por esto podría llegar a perder su vida, pero aun así estaba decidida a continuar con su objetivo. Ismene reconocía en su corazón que Creonte estaba mal, y sentía la necesidad de hacer algo al respecto. Pero la mente de Ismene dudaba de que Antígona fuese capaz de enterrar a su hermano por lo que claramente su carácter débil, femenino muestra que ella es impotente en esta situación.
En el mundo actual, Antígona habría sido una mujer muy exitosa ya que su actitud es fuerte y liberada. Por el contrario, Ismene parece ser más dependiente sin ninguna opinión propia. En el diario vivir vemos muchas mujeres como Antígona. Es de mucho gozo y alegría ver como mujeres se han esforzado en estos tiempos ocupando roles muy importantes en Puerto Rico. Como por ejemplo: juezas, policías, ingenieras, cirujanas y gobernadoras. Son mujeres que un día dijeron yo sí puedo y se propusieron en su corazón lograr sus objetivos no importando los obstáculos. Pero, por otro lado es lamentable ver en estos tiempos mujeres como Ismene que permiten que personas como Creonte les robe las ganas de triunfar y cumplir con todas sus metas y sueños. El abuso del hombre hacia la mujer en Puerto Rico se ha manifestado de manera rampante en los últimos años. Se puede observar en los medios noticiosos como hombres asesinan a sus esposas y la tendencia sigue en aumento como si no tuviera solución. La noticia buena de esta tragedia es que al final Ismene pudo abandonar su actitud práctica con un súbito arrebato de devoción hacia su hermana cuando esta más la necesitaba. Ismene prácticamente se convirtió de ser una persona sin opinión propia a una mujer decidida a cumplir un objetivo. Sorprendentemente Ismene da un giro en esta historia y se convierte en una heroína junto a su hermana. Ese giro que nos muestra Ismene pudiese ser la solución para la problemática que sufren muchas mujeres que son marginadas hoy día.