SEMANARIO TEOLÓGICO

¿Qué relación existe entre la trascendencia y el espíritu en cada ser humano?

La trascendencia es definida metafóricamente como la acción de ir más allá y de escalar en el marco del tiempo-espacio, haciendo referencia a la superación que logra el individuo ante alguna limitación, es decir, en pocas palabras, se trata de sobresalir.

Las personas pueden logar una trascendencia de manera perjudicial o benefactora dentro de una sociedad. Y a su vez, los individuos y las culturas trascienden a distintas escalas espacio-temporales, ya sea a nivel mundial (ser recordado siglos después aún de su muerte), o bien, puede ser dentro de un grupo selecto y cercano (así como las personas que rodean a un individuo).

Mientras tanto, el espíritu es entendido como la esencia del ser humano, invisible pero presente en todo momento. Se puede traducir como el alma, a la cual se le atribuyen los sentimientos, la personalidad y ciertos valores. Aun cuando el cuerpo físico del humano y el intelecto son relevantes para el desarrollo de un individuo, el espíritu es el que debería guiar sus acciones. De ahí la raíz de su importancia.

Constantemente se dice que alguien con buen espíritu es alguien de buenos sentimientos. Por lo tanto, en estos casos, el bien se reflejará en la sociedad, beneficiándola de manera directa o indirecta según sea su acción. Si se le otorga una importancia particular al espíritu, el individuo dejará una huella marcada y buena en los demás, es decir, trascenderá a lo largo del tiempo debido a sus acciones conducidas por su espíritu.