Vivian Miranda 20110072
Organizational Behavior 08/02/2012

¿Cómo puede ayudarme lo que leí en mi futura gestión como gerente o empresario?

Muchas veces nos hacemos una idea de un libro sin siquiera haberlo leído. Estos prejuicios nos llevan a pensar que tal vez un libro es aburrido o fastidioso cuando en realidad puede enseñarnos mucho. Inteligencia Emocional de Daniel Goleman parecía un libro lleno de términos y definiciones que, como muchos libros universitarios, no motivan al lector a querer seguir leyendo. La inteligencia emocional parecía uno de esos temas de los que se ha hablado hasta el cansancio que resultan poco atractivos. Sin embargo este libro posee el atractivo que describe cosas que la mayoría nos preguntábamos de nosotros mismos y solo no conocíamos la respuesta.

Memorizarse las partes del cerebro en Biología puede llegar a ser exhaustivo, pero cuando se presentan de manera que se detalla cómo se desencadenan las emociones dentro de ellas y porque a veces estas son más fuertes que nuestros pensamientos racionales puede ser educativo y al mismo tiempo entretenido. El comprender el origen de las emociones y porqué existen puede darnos una perspectiva que nunca antes habíamos considerado pero que existe.

Inteligencia Emocional narra el hecho que la mayoría de las personas piensan que existe solamente un tipo de inteligencia, la intelectual. Sin embargo, existe la inteligencia emocional que es la que en realidad da las cualidades que hacen a un ente un ser humano y la que determina el éxito de una persona en la vida. La inteligencia emocional forma parte de la inteligencia global de cada persona pero es muchas veces ignorada o negada. Esto debido a que no hay manera de darle un número o una calificación a este tipo de conocimiento, mientras que lo contrario ocurre con la inteligencia racional y el famoso CI que todos conocemos.

Hoy en día la inteligencia emocional es tomada más en cuenta por los psicólogos al momento de contratar a una persona para un determinado puesto, ya que se ha comprobado que las personas que son capaces de influir positivamente en las demás y controlar sus impulsos para convertirlos en acciones coherentes y ordenadas tienen un mejor desempeño en sus tareas, en contraposición con una persona que tiene un coeficiente intelectual alto pero que no es capaz de relacionarse con sus compañeros ni dominar sus emociones en diferentes situaciones.

El libro puede ser sumamente útil para mi futura gestión como empresaria porque todos deberíamos de conocer nuestras reacciones en ciertas situaciones y saber como actuar para no tener efectos negativos en nuestro trabajo y en el de los demás. Conocernos a nosotros mismos nos hace dueños de nuestras emociones y por consiguiente de nuestras actitudes, lo cual nos hace estar en control en todo momento. Entre otras cosas, se dice que las habilidades prácticas de la inteligencia emocional:

1. ayudan a nuestro bienestar psicológico, base para el desarrollo armónico y equilibrado de la personalidad; 2. contribuyen a nuestra buena salud física, moderando o eliminando hábitos dañinos o destructivos, previniendo enfermedades producidas por desequilibrios emocionales; 3. fomentan las soluciones creativas y el trabajo en equipo; 4. crean un clima de confianza en el entrono laboral, haciendo el trabajo más participativo y voluntarioso; 5. favorecen el entusiasmo y la motivación en todas las actividades de la vida diaria; 6. permiten un mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas en todas las áreas, llevando a un nivel optimo la relación con las personas, tanto subordinados (liderazgo), como superiores(adaptabilidad) e incluso iguales(trabajo en equipo).

Se podría decir que aprender a desarrollar la inteligencia emocional es esencial para cada persona que desea ser efectiva en su sociedad. Saber controlar los impulsos para actuar de forma correcta ante cualquier situación, sea buena o mala, ayudan a la persona a ser más estable y a llevar una mejor relación con todos a su alrededor. La inteligencia emocional y la inteligencia intelectual deben ser balanceadas para que una persona sea íntegra y completa.

Bibliografía:
Goleman, Daniel. (1995). Inteligencia Emocional. Editorial Kairo’s: México.